Poder blando y competencia entre grandes potencias: Cambios en el equilibrio de poder entre Estados Unidos y China

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Título original:

Soft Power and Great-Power Competition: Shifting Sands in the Balance of Power Between the United States and China

Contenido del libro:

Este libro de acceso abierto consta de ensayos seleccionados de las últimas tres décadas de escritos de Joseph S. Nye, Jr.

e ilustran una variedad de perspectivas sobre la naturaleza del poder, el papel de Estados Unidos en el mundo y las relaciones entre Estados Unidos y China. A través de esta colección, se espera que los lectores comprendan mejor el entorno global actual y descubran que, si bien la competencia entre grandes potencias puede ser inevitable en un mundo en el que los centros de poder se desplazan, cooperar para hacer frente a los retos transnacionales puede ser un juego de suma positiva. El contenido de este libro se divide en cuatro partes principales.

La primera parte analiza los orígenes y el progreso político del concepto de "poder blando". La segunda parte explora el poder blando en la experiencia estadounidense, sus fuentes y su interacción con la política exterior de Estados Unidos, así como su flujo y reflujo en la era de Obama, Trump y Biden.

La tercera parte examina el auge del poder blando chino, así como sus oportunidades y dificultades, centrándose en la inversión de China en poder blando y en cómo esto demuestra su compromiso con un ascenso pacífico. Sin embargo, también aborda la cuestión de cómo puede China ser "inteligente" en el uso del poder blando. La cuarta parte ofrece una visión de pájaro de los cambios de poder en el siglo XXI y de las interacciones entre Estados Unidos como potencia establecida y China como potencia emergente, al tiempo que tranquiliza a los lectores asegurándoles que los temores tucydidianos son innecesarios y que una Guerra Fría es evitable.

Ambos países tienen que darse cuenta de que algunas formas de poder deben ejercerse con otros, no sobre otros, el desarrollo del poder blando no tiene por qué ser un juego de suma cero. En última instancia, la relación entre Estados Unidos y China es una "rivalidad cooperativa" en la que es necesaria una estrategia acertada de "competencia inteligente" y la cooperación en retos transnacionales como el cambio climático, las pandemias, el ciberterrorismo y la proliferación nuclear, servirá para beneficiar no sólo a China y Estados Unidos, sino al mundo en su conjunto.