Patrimonio robado: El Gran Robo de los Hamilton y Scourge

Título original:

Stolen Heritage: The Grand Theft of the Hamilton and Scourge

Contenido del libro:

CÓMO LA CIUDAD DE HAMILTON Y LA OFICINA DE LICENCIAS ARQUEOLÓGICAS DE ONTARIO CONSPIRARON PARA ROBAR A LOS PUEBLOS DEL MUNDO DOS BUQUES DE GUERRA DE LA MARINA DE LOS EE.UU. La Guerra de 1812 asolaba el campo cuando dos buques de guerra de la Armada estadounidense -el Hamilton y el Scourge- naufragaron en el lago Ontario en una repentina borrasca nocturna.

Setenta marineros estadounidenses se ahogaron en la oscuridad. Ambos naufragios fueron descubiertos frente a Port Dalhousie, Ontario, en 1975. Facciones de la Marina de los Estados Unidos reivindicaron inmediatamente la propiedad estadounidense.

En 1979, la Marina transfirió la titularidad de los pecios al Museo Real de Ontario, que, como si de una cámara de compensación se tratara, no tardó en transferirla a la ciudad de Hamilton. Como condición para la custodia, el Ayuntamiento prometió realizar estudios científicos y evaluaciones arqueológicas de los yacimientos, tras lo cual estudiaría la posibilidad de elevar los pecios a la categoría de atracción turística. Ahora, un cuarto de siglo después, el Ayuntamiento no ha hecho absolutamente nada para cumplir su promesa.

Peor aún, ha adoptado una postura activa para impedir que otros realicen estudios. Tras veinticinco años de apatía, los pecios siguen pudriéndose en el lecho del lago, sufriendo los estragos del mejillón cebra y la inevitable descomposición natural. Patrimonio robado es la saga del intento de un estadounidense de visitar estas reliquias del patrimonio de su país, un patrimonio usurpado por decreto burocrático.

Quienes controlan estos lugares históricos prefieren verlos descomponerse antes que permitir que nadie -incluidos los estadounidenses- los vea o los fotografíe. Este libro es una historia de conspiración, doble juego, mentiras y engaños: un feo viaje a través de las maquinaciones políticas de los burócratas corruptos de la ciudad de Hamilton, y las manipulaciones de individuos dentro de la Oficina de Licencias Arqueológicas de Ontario.