Othello and A Midsummer Night's Dream
Astutamente, y poco a poco, Iago comienza a socavar la fe de Otelo en la fidelidad de Desdémona al tiempo que aparenta no querer decir nada en absoluto... «Entonces, háblame de tus sentimientos, tanto de los buenos como de los malos».
«Oh mi Señor,» respondió Iago, »tal orden me entristece, Pues aunque en actos de deber, en todo estoy obligado, Como hombre libre, no estoy obligado, a dar mi pensamiento sano.» «¿Por qué, digamos que mis pensamientos fueran viles y falsos... como a menudo pueden serlo los pensamientos, Y si estuviera equivocado Señor, entonces tomaríais nota de mí? ¿Por qué entonces construir una mente inquieta, con lo que es vago... inseguro? No serviría a sus intereses, así que...
no me presione, se lo imploro.» «¿Mi interés? « Othello preguntó, «¿Qué es lo que quieres decir? «Se lo explicaré, señor», dijo Iago, »Permítame prepararle... una escena.
Roba la bolsa de un hombre o una mujer, muy poco habrán perdido, Pero, róbales su buen nombre... y no podrán contar el costo».
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)