Puntuación:
El libro ofrece un relato exhaustivo del papel esencial de la Armada en la Operación Neptuno, que fue crucial para el éxito de la invasión de Normandía, comúnmente conocida como el Día D. Detalla la extensa planificación, coordinación y logística que supuso el transporte de tropas y recursos a la costa francesa. Detalla la extensa planificación, coordinación y logística que supuso el transporte de tropas y recursos a la costa francesa. El autor, Craig Symonds, explora las contribuciones de varios buques de guerra, especialmente los LST y los LCT, y destaca los esfuerzos de colaboración entre las fuerzas estadounidenses y británicas. La narración combina una investigación en profundidad con anécdotas personales, lo que la hace accesible y atractiva para los lectores interesados en la Segunda Guerra Mundial.
Ventajas:⬤ Un relato bien documentado y detallado de las contribuciones navales durante el Día D.
⬤ Estilo de escritura atractivo, que hace comprensible la compleja logística.
⬤ Exploración perspicaz de la interacción entre estrategia militar y logística.
⬤ Reúne historias personales y relatos históricos, proporcionando profundidad emocional.
⬤ Aborda perspectivas que a menudo se pasan por alto, en concreto el papel de la Armada.
⬤ Incluye interesantes instantáneas biográficas de comandantes y proyectos navales clave.
⬤ Algunos lectores señalaron el pequeño tamaño de la letra en las versiones de bolsillo, que dificulta la lectura.
⬤ Algunos opinan que se trata más de un tratado detallado que de una narración, lo que podría resultar menos atractivo para los lectores ocasionales.
⬤ Críticas menores sobre la omisión del papel de la Medicina Naval durante la invasión.
(basado en 142 opiniones de lectores)
Operation Neptune: The D-Day Landings and the Allied Invasion of Europe
Hace setenta años, más de seis mil barcos aliados transportaron a más de un millón de soldados a través del Canal de la Mancha hasta una franja de cincuenta millas de ancho de la costa de Normandía, en la Francia ocupada por los alemanes. Fue el mayor asalto marítimo de la historia de la humanidad. Los nombres en clave que recibieron las playas donde desembarcaron los soldados se han hecho inmortales: Gold, Juno, Sword, Utah y, sobre todo, Omaha, escenario de una tragedia humana casi inimaginable. El mar de cruces del cementerio situado hoy en lo alto de un acantilado con vistas a las playas nos recuerda su coste.
La mayoría de los relatos de esta historia épica comienzan con el desembarco en la mañana del 6 de junio de 1944. Sin embargo, el Día D fue la culminación de meses y años de planificación e intensos debates. En los oscuros días que siguieron a la evacuación de Dunkerque en el verano de 1940, las autoridades británicas y, muy pronto, sus homólogos estadounidenses, empezaron a plantearse cómo, dónde y, sobre todo, cuándo podrían volver a entrar con fuerza en el continente europeo. Los estadounidenses, dirigidos por el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, el General George C. Marshall, querían invadir cuanto antes.
Los británicos, personificados por su temible primer ministro, Winston Churchill, estaban convencidos de que un desembarco prematuro sería desastroso. Las negociaciones, a menudo tensas, entre los aliados anglosajones les llevaron primero al norte de África, luego a Sicilia y después a Italia. Sólo en la primavera de 1943, los Jefes de Estado Mayor Combinado se comprometieron a una invasión del norte de Francia. El nombre en clave de esta invasión fue Overlord, pero todo lo que vino antes, incluidos los propios desembarcos y el sistema de suministros que hizo posible que los invasores permanecieran allí, recibió el nombre en clave de Neptuno.
Craig L. Symonds ofrece ahora la historia completa de este esfuerzo olímpico, en el que participaron transportes, escoltas, buques de apoyo al fuego de artillería y lanchas de desembarco de todos los tamaños y funciones posibles. Los obstáculos para el éxito fueron muchos. Además de puntos de vista estratégicos divergentes y fricciones culturales, los angloamericanos tuvieron que superar los submarinos alemanes, la impaciencia rusa, la feroz competencia por un transporte marítimo insuficiente, los desastres en el adiestramiento y mil impedimentos más, incluidos los cuellos de botella logísticos y los planes de desinformación. Symonds incluye vívidos retratos de los principales responsables de la toma de decisiones, desde Franklin Roosevelt y Churchill hasta Marshall, Dwight Eisenhower y el almirante Sir Bertram Ramsay, que comandó el elemento naval de la invasión. De hecho, el papel fundamental de las fuerzas navales -británicas y estadounidenses, guardacostas y marina- es central en todo el libro.
Al final, como muestra Symonds en este apasionante relato del Día D, el éxito dependió sobre todo de los propios hombres: los oficiales subalternos y los soldados rasos que condujeron las lanchas de desembarco, limpiaron las minas, tomaron las playas y asaltaron los acantilados tras ellas, asegurando el punto de apoyo para la eventual campaña a Berlín, y el final de la guerra más terrible de la historia de la humanidad.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)