Puntuación:
El libro explora la representación de la mujer en la cultura moderna, criticando la cosificación y degradación a la que se enfrenta, sobre todo en los medios de comunicación y en la sociedad. Analiza las implicaciones más profundas de la misoginia y ofrece una perspectiva que reclama dignidad y respeto para las mujeres. Ha suscitado reacciones diversas, como elogios por su perspicacia y su enfoque sincero, y críticas por su falta de profundidad analítica y su condescendencia.
Ventajas:⬤ Reflexiones que invitan a la reflexión sobre el trato a la mujer en la cultura moderna.
⬤ Fomenta el respeto y la dignidad de la mujer.
⬤ Aborda eficazmente cuestiones como la representación mediática y la misoginia.
⬤ Bien escrito y atractivo.
⬤ Proporciona una perspectiva fresca que incita a los lectores a reevaluar sus puntos de vista.
⬤ Algunos lectores opinan que carece de una perspectiva femenina completa.
⬤ Los críticos sostienen que la autora a menudo ofrece opiniones personales sin pruebas sustanciales.
⬤ La escritura puede parecer condescendiente o excesivamente idealista.
⬤ Las sugerencias pueden parecer anticuadas o conservadoras, contradiciendo los puntos de vista feministas modernos.
⬤ Algunos lectores opinan que la autora simplifica en exceso la compleja dinámica de las relaciones entre hombres y mujeres.
(basado en 26 opiniones de lectores)
Hating Women: America's Hostile Campaign Against the Fairer Sex
Del autor del bestseller internacional Kosher Sex. Una llamada de atención sobre la creciente tendencia a la misoginia en nuestra cultura, evidenciada por la avalancha de programas de telerrealidad, anuncios y letras de canciones que presentan a las mujeres como tontas descerebradas o cosas peores.
Shmuley Boteach, comentarista social y gurú de las relaciones personales, comparte su grave preocupación por el creciente desprecio de nuestra sociedad hacia las mujeres. Enciende la televisión: Programas de telerrealidad como The Bachelor, For Love or Money y Average Joe aumentan su audiencia mostrando a mujeres atractivas que compiten por un hombre, por el dinero de un hombre o por ambos. En su búsqueda del amor verdadero, estas mujeres se convierten rápidamente en un nido de víboras, y millones de estadounidenses las siguen viendo cada semana. Durante las pausas publicitarias, se cosifica a las mujeres para vender cerveza, coches y cualquier otro producto. Encienda la radio: Las mujeres son zorras, prostitutas y buscadoras de oro, al menos si escuchamos las letras de rap que llegan a nuestra conciencia de masas. Y las estrellas femeninas del pop como Britney y Madonna, dice Boteach, han sobrepasado los límites de la provocación y se han convertido en auténticas pornógrafas. Las adolescentes de todo el país siguen su ejemplo, y las normas sobre cómo se debe tratar a las mujeres caen en picado.
Quizá uno de los aspectos más preocupantes de esta tendencia, afirma, sea la complicidad de las mujeres en su propia degradación. O bien se han resignado a los estereotipos básicos o, lo que es peor, se han creído estos valores del mercado de masas (de ahí la avalancha de programas como El Cisne y Extreme Makeover, en los que las concursantes insisten en que necesitan una nueva nariz, dientes o tetas para tener una sensación positiva de autoestima). Hay consecuencias graves, escribe Boteach, en un mundo en el que los hombres no respetan a las mujeres y las mujeres no se respetan a sí mismas.
Codiciosas cazafortunas, tontas descerebradas, prostitutas publicitarias y zorras traicioneras: ¿son estos los estereotipos con los que queremos que bombardeen a nuestros hijos e hijas cuando crezcan? Odiando a las mujeres ofrece una visión de cómo podemos corregir esta espiral descendente, junto con un sólido argumento de por qué debemos hacerlo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)