Obras y vidas: El antropólogo como autor

Título original:

Works and Lives: The Anthropologist as Author

Contenido del libro:

La ilusión de que la etnografía consiste en clasificar hechos extraños e irregulares en categorías familiares y ordenadas -esto es magia, aquello es tecnología- hace tiempo que se desvaneció. Lo que es en cambio, sin embargo, está menos claro.

A quienes se dedican a producirla, consumirla o ambas cosas se les ha ocurrido de vez en cuando que podría ser un tipo de escritura, de poner cosas por escrito. Pero su examen como tal se ha visto obstaculizado por varias consideraciones, ninguna de ellas muy razonable. Una de ellas, de especial peso entre los productores, ha sido sencillamente que se trata de algo poco antropológico.

Lo que un etnógrafo debería hacer es ir a los lugares, volver con información sobre cómo vive la gente allí y poner esa información a disposición de la comunidad profesional de forma práctica, no quedarse en las bibliotecas reflexionando sobre cuestiones literarias. Preocuparse en exceso, lo que en la práctica suele significar preocuparse lo más mínimo, por cómo se construyen los textos etnográficos parece un ensimismamiento malsano: pérdida de tiempo en el mejor de los casos, hipocondríaco en el peor.

La ventaja de desplazar al menos una parte de nuestra atención de las fascinaciones del trabajo de campo, que tanto tiempo nos han tenido cautivados, a las de la escritura no es sólo que esta dificultad se comprenderá mejor, sino también que aprenderemos a leer con una mirada más perspicaz. Ciento quince años (si fechamos nuestra profesión, como convencionalmente, desde Tylor) de prosa aseverativa e inocencia literaria es tiempo suficiente.