No hay accidentes en el amor y las relaciones: Coincidencias significativas y las historias de nuestras familias

Título original:

There Are No Accidents in Love and Relationships: Meaningful Coincidences and the Stories of Our Families

Contenido del libro:

¿Cuántas veces hemos pensado que, si no hubiéramos perdido ese autobús o no hubiéramos tenido que volver a casa andando después de que se nos estropeara el coche, quizá nunca hubiéramos conocido al amor de nuestra vida con el que hemos pasado el resto de la vida? ¿Y cuántas veces un familiar o un amigo nos ha hecho el regalo perfecto que siempre habíamos deseado pero del que nunca habíamos hablado con nadie?

Estas asombrosas coincidencias pueden explicarse como mera «casualidad» o incluso «destino» y tal vez hasta «conexiones cósmicas». Pero una cosa es segura: descartarlas con una sonrisa divertida no les hace ni pizca de justicia. Este tipo de sucesos nos ocurren a todos en momentos cruciales de nuestras vidas y, sin previo aviso, estas coincidencias lo cambian todo. Justo en el momento en que tenemos que tomar una decisión crítica que marcará nuestro futuro, nos llaman la atención sobre los lazos trascendentales que compartimos con nuestros seres queridos, nuestros cónyuges, nuestros hijos y nuestras familias.

Tras la extraordinaria popularidad de No hay accidentes: La sincronicidad y las historias de nuestras vidas, el psicoterapeuta junguiano Robert H. Hopcke vuelve una vez más a una exploración aún más profunda del fenómeno de las coincidencias significativas, esta vez en el ámbito de lo más íntimo de nuestras vidas: nuestra vida amorosa y nuestros vínculos familiares. Basándose en las historias de clientes, amigos y colegas, y revelando algunas de sus propias experiencias que le han llevado a dedicarse al tema de la sincronicidad durante los últimos 20 años de investigación y escritura, analiza cómo nosotros mismos damos sentido a estos sucesos fortuitos y, de este modo, enriquecemos nuestras vidas de maneras que de otro modo no encontraríamos. Tales sucesos nos llevan a apreciar más profundamente a quienes amamos, pero también nos conducen a una mayor intimidad con nuestro propio inconsciente, iluminando quiénes somos a través de a quién -y cómo- amamos.