We Need Mountains
Aproximadamente tres cuartas partes de los poemas de este libro se refieren al mundo que nos rodea, que debemos proteger y conservar. Son el preludio necesario a la importancia del cuidado de la creación, que se aborda específicamente en los poemas finales.
Las montañas y los valles son fuente de sustento para los seres humanos, así como para su población animal. Los ciclos estacionales en las montañas son una delicia con las hojas de los árboles cambiando de color. Los cauces de los ríos se vuelven casi secos por la falta de lluvia, pero a finales de la primavera fluyen con las aguas del deshielo.
Con cada cambio de estación, el sol da la vuelta a la tierra y arroja su luz sobre lugares pasados por alto en una estación anterior. Esto se experimenta especialmente en las cadenas montañosas de Norteamérica.
Proporcionan una asombrosa diversidad de paisajes, flora y fauna, y opciones para la cadena alimentaria humana. Sin embargo, el calentamiento global amenaza las estaciones, la vida de la flora y la fauna de las montañas, e incluso la capa de ozono del cielo. De ahí que se haga un llamamiento al cuidado de la creación.
A menos que las potencias mundiales den un paso al frente y se comprometan a preservar la naturaleza, las catástrofes que se avecinan pueden preverse claramente mediante un cuidadoso análisis científico. La responsabilidad está en manos de las naciones más poderosas del mundo.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)