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El libro «Más allá de la OTAN», de Michael O'Hanlon, examina la seguridad europea y la relación entre la OTAN y Rusia, proponiendo una postura neutral para determinados Estados. Plantea importantes ideas sobre la estabilización de las relaciones, pero se enfrenta a críticas por ser potencialmente repetitivo y estar excesivamente centrado en la perspectiva rusa.
Ventajas:Ofrece una valiosa perspectiva sobre la seguridad en Europa del Este y propone una neutralidad potencialmente estabilizadora para ciertos Estados. Aporta ideas sobre el contexto histórico de la expansión de la OTAN y sus consecuencias, lo que lo hace relevante a la luz de las actuales tensiones geopolíticas. La redacción es concisa y presenta soluciones pragmáticas.
Desventajas:El análisis puede parecer repetitivo y podría haberse resumido de forma más sucinta. Algunos lectores lo encuentran demasiado centrado en la perspectiva rusa, careciendo de suficientes críticas a las acciones rusas y a la paranoia sobre la OTAN. Preocupa la viabilidad del planteamiento de neutralidad propuesto bajo el actual régimen ruso.
(basado en 3 opiniones de lectores)
Beyond NATO: A New Security Architecture for Eastern Europe
En este nuevo Documento Marshall de Brookings, Michael O'Hanlon sostiene que ha llegado el momento de que las naciones occidentales negocien una nueva arquitectura de seguridad para los países neutrales de Europa Oriental con el fin de estabilizar la región y reducir los riesgos de guerra con Rusia. Cree que la expansión de la OTAN ya ha ido demasiado lejos.
El concepto básico de esta nueva arquitectura de seguridad sería el de neutralidad permanente. Los países en cuestión forman colectivamente un arco quebrado, desde el extremo norte de Europa hasta el sur: Finlandia y Suecia; Ucrania, Moldavia y Bielorrusia; Georgia, Armenia y Azerbaiyán; y por último Chipre y Serbia, así como posiblemente otros Estados balcánicos. El debate sobre el nuevo marco debería iniciarse en el seno de la OTAN, seguido de deliberaciones con los propios países neutrales y, a continuación, negociaciones formales con Rusia.
La nueva arquitectura de seguridad exigiría que Rusia, al igual que la OTAN, se comprometiera a ayudar a mantener la seguridad de Ucrania, Georgia, Moldavia y otros Estados de la región. Rusia tendría que retirar sus tropas de esos países de forma verificable; después de eso, se levantarían las sanciones correspondientes a Rusia. Los países neutrales conservarían su derecho a participar en operaciones de seguridad multilaterales a una escala comparable a la del pasado, incluidas incluso las operaciones que pudiera dirigir la OTAN.
Podrían considerarse y describirse a sí mismos como Estados occidentales (o cualquier otra cosa). Si la Unión Europea y ellos lo desearan en el futuro, podrían adherirse a la UE. Tendrían plena soberanía y autodeterminación en todos los sentidos de la palabra.
Pero la OTAN decidiría no invitarlos a formar parte de la alianza como miembros. Lo ideal sería que estas naciones respaldaran y promovieran ellas mismas este concepto como una forma más práctica de garantizar su seguridad que la situación actual o cualquier otra alternativa plausible.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)