Mal comportamiento sexual en la Guerra Civil

Puntuación:   (3,6 de 5)

Mal comportamiento sexual en la Guerra Civil (P. Lowry Thomas)

Opiniones de los lectores

Resumen:

Las reseñas de «Sexual Misbehavior in the Civil War», de Thomas P. Lowry, presentan una recepción mixta, destacando su valor como recurso histórico al tiempo que critican su enfoque narrativo y su contenido. Los críticos aprecian la amplia investigación realizada por los autores, pero expresan su decepción por la presentación, a menudo esperando una narración más atractiva en lugar de una mera recopilación de hechos.

Ventajas:

Amplia investigación y una gran base de datos de registros de la Guerra Civil, lo que lo convierte en un valioso recurso para historiadores y estudiosos.
Proporciona una visión única de cuestiones sociales como la prostitución y los delitos sexuales durante la Guerra Civil, un tema menos comúnmente cubierto.
Escrito de manera erudita, con elementos de entretenimiento que mantienen a algunos lectores interesados.
Útil para referencias académicas y tiene potencial para futuras investigaciones.

Desventajas:

Muchos lectores consideran que el libro es árido y carece de estructura narrativa, con la sensación de ser una mera lista de hechos más que una historia convincente.
Algunos reseñadores expresan su frustración por la vaguedad de las fuentes y la falta de relatos detallados, especialmente para quienes buscan historias atractivas.
Se puede considerar que el libro sólo atrae a un nicho de público interesado en la mala conducta sexual en lugar de una comprensión más amplia de la Guerra Civil.
Los críticos sostienen que el tema no se relaciona suficientemente con la propia guerra, lo que hace que parezca un asunto sin relación.

(basado en 12 opiniones de lectores)

Título original:

Sexual Misbehavior in the Civil War

Contenido del libro:

En la década de 1860, más de tres millones de jóvenes abandonaron sus hogares, empuñaron rifles y se dispusieron a matarse unos a otros. Atrás dejaron esposas y novias. Los 50.000 libros sobre la guerra nos han contado con minucioso detalle la estrategia, las tácticas, las armas, los uniformes, las cantimploras, los generales famosos, las creencias religiosas, las peculiaridades de la personalidad, las fortificaciones, las batallas, los asedios, las cañoneras, la atención médica y las políticas de reclutamiento. Las causas de la guerra se han analizado sin cesar. Los veteranos supervivientes escribieron cientos de memorias, a veces inflando su propio heroísmo e importancia. Lo que rara vez aparece en esta literatura es cualquier mención al sexo, a pesar de que la mayoría de los soldados tenían poco más de veinte años, una época de vigor varonil. A finales del siglo XIX se impusieron la mojigatería y la hipocresía victorianas. Las leyes Comstock enviaban a los hombres a prisión por enviar consejos anticonceptivos. Sólo consejos Cualquier voluntad que pudiera haber habido de revelar las travesuras en tiempos de guerra se evaporó en el tenor de la época y la mirada de admiración de los nietos del veterano. La siguiente escena sería inimaginable: el viejo veterano sentado junto a la estufa de la tienda rural. Su larga barba blanca cubre su andrajoso chaleco. Una medalla descolorida adorna su pecho. En el suelo están las virutas de su última tala. Un niño pequeño grita: "Háblanos de la guerra, abuelo". "Bueno, Jimmy, había una bonita putita en Memphis". Nunca sucederá.

El material recopilado hace veinte años dio lugar al libro de 1994 del autor, The Story the Soldiers Wouldn't Tell - Sex in the Civil War, que presentaba todo lo que se sabía entonces sobre el tema. No existía ningún libro anterior sobre el sexo en la Guerra Civil. Desde entonces, el autor y su esposa, Beverly, han leído más de 90.000 consejos de guerra e innumerables cartas y entradas de diarios. El resultado es que la actividad sexual era mucho más común y pública de lo que habían revelado nuestras investigaciones anteriores o cualquier libro de memorias. Los registros proceden literalmente de todos los rincones del país: Cayo Hueso, Territorio de Washington, Los Ángeles y Maine. Los malhechores son tanto oficiales como soldados rasos. Las víctimas van desde niñas de seis años hasta abuelas de sesenta. Los soldados llevaban consigo libros lascivos y fotos obscenas. Aún más sorprendente es la universalidad de las casas de prostitución. En cada pueblo y en cada barrio de la ciudad había al menos una, y todo el mundo la conocía. Conocían las direcciones de las casas. Conocían los nombres de las madames y los nombres de muchas de las "chicas". La mayoría de los testigos de los juicios habían visitado las casas, por las razones habituales. La policía militar recorría las casas en busca de desertores. Las violaciones, que se creían raras durante la guerra, no lo eran tanto. Un hallazgo inesperado fue que los soldados de la Unión, que supuestamente estaban liberando a los esclavos, se apresuraban a violar a las mujeres negras.

Un hallazgo aún más sorprendente fue que el ejército confederado tenía la política de no procesar a los violadores, tanto si la víctima era blanca como negra. El inventor de la galleta Graham había escrito en 1834 un libro en el que afirmaba que la masturbación causaba enfermedades graves, incluso la muerte. Esta idea había arraigado en la profesión médica y muchos médicos del ejército testificaron que un acusado no era culpable debido a "locura por autoabuso". El mayor hospital del ejército de la Unión tenía una lista de docenas de hombres muertos por "masturbación". El famoso buque Monitor tenía una gruesa torreta de hierro. En otros barcos de este tipo, la torreta insonorizada resultó ser un lugar conveniente para que marineros viejos violaran a muchachos jóvenes. Un coronel de caballería de la Unión fue juzgado por agredir sexualmente tanto a hombres como a mujeres. Las pruebas de la homosexualidad en la Guerra Civil eran desconocidas hasta ahora. En los registros aparecen historias aún más asombrosas: sexo con caballos, ovejas, incluso con gallinas y pavos. Hay registros de tatuajes obscenos, maldiciones soeces de Winfield Scott Hancock, amantes blancas y negras de generales confederados, incluso muchos registros de "fornicación y bastardía" en el pequeño pueblo de Gettysburg. Los anuncios de clínicas abortistas aparecían en las primeras páginas de los periódicos.

Otros datos del libro:

ISBN:9781425719494
Autor:
Editorial:
Idioma:inglés
Encuadernación:Tapa blanda

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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)