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Mail by Rail: The Story of the Post Office and the Railways
El ferrocarril se ha utilizado para el transporte del correo desde poco después de la inauguración del ferrocarril de Liverpool y Manchester en 1830, a lo que siguió el desarrollo de las primeras oficinas de correos itinerantes, que permitieron a Correos lograr la máxima eficacia en el transporte del correo. A medida que crecía la red ferroviaria, crecía también la red postal, alcanzando su punto álgido con los trenes dedicados al correo que circulaban entre Londres y Aberdeen.
La Oficina de Correos también recurrió al ferrocarril cuando buscó una solución al tráfico londinense que dificultaba sus operaciones en la Capital, obteniendo poderes para construir su propio ferrocarril subterráneo automático de vía estrecha bajo las calles para conectar las estaciones de ferrocarril y las oficinas de clasificación. Aunque su construcción y finalización se vieron retrasadas por la Primera Guerra Mundial, el ferrocarril de la Oficina de Correos (Londres) entró finalmente en funcionamiento y fue una parte esencial de las operaciones de la Oficina de Correos durante muchos años.
Las circunstancias cambiantes pusieron fin tanto a las oficinas de correos ambulantes como al ferrocarril subterráneo, pero el correo se sigue transportando, a granel, en tren y una parte del ferrocarril ha encontrado una nueva vida como atracción turística Mail Rail.
Su autor, Peter Johnson, ha indagado en los archivos y periódicos antiguos para desvelar la historia interior de la Oficina de Correos y su uso del ferrocarril para transportar el correo durante casi 200 años.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)