Los límites de la escasez: Impugnación de la política de asignación

Título original:

The Limits to Scarcity: Contesting the Politics of Allocation

Contenido del libro:

La escasez se considera un rasgo omnipresente de la condición humana. Es la base de gran parte de la economía moderna y se utiliza ampliamente como explicación de la organización social, los conflictos sociales y la escasez de recursos a la que se enfrenta la humanidad para sobrevivir en el planeta.

Se presenta como un hecho omnipresente en nuestras vidas, ya sea la vivienda, los alimentos, el agua o el petróleo. Pero, ¿se ha politizado, naturalizado y universalizado el concepto de escasez en los debates académicos y políticos? ¿Se ha recurrido con excesiva precipitación a la escasez para evocar un conjunto estándar de soluciones de mercado, institucionales y tecnológicas que han bloqueado las impugnaciones políticas, pasando por alto el acceso como centro legítimo de los debates académicos, así como de las políticas e intervenciones? Los capítulos teóricos y empíricos de destacados académicos y académicos-activistas abordan estas cuestiones cuestionando la naturaleza natural de la escasez. Examinan los debates sobre la escasez en tres de los recursos más importantes -alimentos, agua y energía- y sus implicaciones para la teoría, los acuerdos institucionales, las respuestas políticas y los sistemas de innovación.

El libro analiza cómo la escasez se ha convertido en un discurso totalizador tanto en el Norte como en el Sur. El "miedo" a la escasez ha hecho que ésta se convierta en una estrategia política para los grupos poderosos.

Se confía en las cifras agregadas y las cantidades físicas, mientras que se ignoran los conocimientos locales y las experiencias de escasez que identifican los problemas de forma más precisa y específica. Se espera que la ciencia y la tecnología aporten "soluciones", pero tales expectativas encarnan una multitud de supuestos no examinados sobre la naturaleza del "problema", sobre las tecnologías y sobre los acuerdos institucionales propuestos como "solución".

Mediante este examen, los autores demuestran que la escasez no es una condición natural: el problema radica en cómo vemos la escasez y en las formas en que se genera socialmente.