Los emperadores romanos de Gran Bretaña

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Título original:

The Roman Emperors of Britain

Contenido del libro:

En el año 55 a.C., en una playa cercana a Deal, al este de Kent, la primera invasión romana corría el riesgo de ser rechazada por los britanos que defendían la playa. El portador del águila de la Décima Legión saltó a las olas e instó a sus compañeros a seguirle, un momento crucial en la primera invasión de Julio César. Tuvieron que pasar otros noventa años antes de que Claudio sometiera finalmente parte de la isla y desfilara triunfante hacia la fortaleza de Camulodunum. La autoridad romana se expandió rápidamente, desde la dramática campaña de Vespasiano contra los castros del sur de Britania hasta el famoso Muro de Adriano en el norte.

Este libro no tratará del reinado de los emperadores, sino de los cargos que ocuparon en Britania antes de alcanzar el trono. Tito fue tribuno inmediatamente después de la revuelta búdica. Pertinax desempeñó tres cargos: tribuno ecuestre de la Sexta Legión; praefectus de una unidad auxiliar; y finalmente como gobernador de Britania. Abarcará la guerra civil entre Clodio Albino y Septimio Severo y las posteriores campañas en Escocia. Las convulsiones del siglo III y los regímenes separatistas de Póstumo y Carauio, "el rey pirata".

En el siglo IV, Britania siguió produciendo usurpadores y tiranos, pero sólo uno consiguió unir el imperio, Constantino I. Su tocayo, Constantino III, sería el último emperador en dirigir tropas desde Britania a la Galia, dejando a la provincia a su suerte hasta el siglo V.