Líneas de descenso: W. E. B. Du Bois y el surgimiento de la identidad

Opiniones de los lectores

Las reseñas reflejan una mezcla de admiración por la obra de Anthony Appiah y críticas sobre la exhaustividad y las referencias del libro. Mientras que algunos lectores aprecian el contenido bien documentado, otros critican la falta de referencias clave y las limitaciones percibidas en el enfoque del texto.

Está bien documentado, aporta valiosos datos sobre la historia de un importante intelectual negro y tiene un estilo atractivo.

Carece de referencias bibliográficas importantes, parece voluntarioso y limitado en su concepción, omite textos clave relevantes para el debate.

(basado en 3 opiniones de lectores)

Título original:

Lines of Descent: W. E. B. Du Bois and the Emergence of Identity

Contenido del libro:

W. E. B. Du Bois nunca se sintió tan en casa como cuando estudiaba en la Universidad de Berlín. Pero Du Bois también era estadounidense hasta la médula, marcado pero no lisiado por las humillaciones raciales de su patria. En Lines of Descent, Kwame Anthony Appiah traza el doble linaje de la experiencia americana de Du Bois y su aprendizaje alemán, mostrando cómo moldearon las ideas del gran erudito afroamericano sobre la raza y la identidad social.

En Harvard, Du Bois estudió con luminarias como William James y George Santayana, eruditos cuyas contribuciones fueron en gran medida intelectuales. Pero al llegar a Berlín en 1892, Du Bois se encontró bajo la tutela de académicos que también eran hombres públicos. El economista Adolf Wagner había sido asesor de Otto von Bismarck. El historiador Heinrich von Treitschke formaba parte del Reichstag, y el economista Gustav von Schmoller era miembro del Consejo de Estado prusiano. Estos eruditos unieron el estudio riguroso de la historia con el activismo político y representaron un modelo de compromiso con el mundo real que influiría enormemente en Du Bois en los años venideros.

Con sus nociones románticas de hermandad humana y autorrealización, la cultura alemana ejercía un poderoso atractivo sobre Du Bois. Alemania, decía, era el primer lugar donde los blancos le habían tratado como a un igual. Pero la prevalencia del antisemitismo no permitía a Du Bois hacerse ilusiones de que el Kaiserreich estuviera libre de racismo. Su reto, dice Appiah, era tomar lo mejor de la vida intelectual alemana sin su parroquialismo: robar el fuego sin quemarse.