Puntuación:
Las reseñas indican que el ensayo de Bertrand Russell sigue siendo relevante casi un siglo después de su redacción, ya que ofrece críticas perspicaces sobre el pensamiento, la propaganda y los retos de mantener la libertad intelectual. Aunque el estilo de redacción es elogiado por su claridad y franqueza, algunos críticos señalan que ciertos elementos parecen anticuados o simplistas para los estándares modernos.
Ventajas:⬤ Estilo de redacción claro y directo, accesible a un público amplio.
⬤ El contenido es oportuno y resuena con temas contemporáneos, particularmente en educación, propaganda y libertad de pensamiento.
⬤ Las ideas de Russell se consideran clarividentes, anticipándose a los retos modernos de la sociedad.
⬤ El ensayo sirve como reflexión crítica sobre la naturaleza humana, la educación y el impacto de la desinformación y la propaganda.
⬤ Algunos lectores encontraron el ensayo anticuado y simplista en comparación con los estándares modernos.
⬤ Ciertos problemas de impresión en la versión Kindle restaron valor a la experiencia de lectura.
⬤ Los críticos señalaron que algunas de las perspectivas de Russell pueden parecer demasiado cínicas o extremas.
⬤ El texto puede parecer una cápsula del tiempo, en la que se destacan cuestiones que, aunque siguen siendo relevantes, no abordan plenamente las complejidades actuales.
(basado en 44 opiniones de lectores)
Free Thought and Official Propaganda
Libre pensamiento y propaganda oficial es un discurso pronunciado en 1922 por Bertrand Russell sobre la importancia de la libertad de expresión sin restricciones en la sociedad, y el problema de que el Estado y la clase política interfieran en ella mediante el control de la educación, las multas, la influencia económica y la distorsión de la evidencia. Russell comienza describiendo el uso más común del término "libre pensamiento" para significar que uno no acepta la creencia incuestionable en la religión popular de una región, o idealmente en ninguna religión en absoluto.
Señala que esto no está permitido en ningún país, con la posible excepción de China en aquella época. Uno no podía, por ejemplo, emigrar a EE.UU. sin jurar que no era anarquista ni polígamo, y una vez dentro no debía ser comunista.
En Gran Bretaña no debe manifestar su incredulidad ante el cristianismo, en Japón ante el sintoísmo. Russell señala que países como éstos pueden pensar que tienen libertad de expresión, pero que algunas ideas son tan obviamente "monstruosas e inmorales" que esa tolerancia no se aplica a ellas.
Pero, señala, este es exactamente el mismo punto de vista que permitió la tortura durante la Inquisición, que se debe permitir la expresión de todas las ideas, sin importar lo obviamente malas que sean. Esta represión de la clase política, señala Russell, no se limita a la religión.
Los creyentes en el amor libre o el comunismo reciben un trato aún peor.
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)