La teología cristiana y sus instituciones en el Bajo Imperio Romano: Prolegómenos a una historia de la teología cristiana primitiva

Título original:

Christian Theology and Its Institutions in the Early Roman Empire: Prolegomena to a History of Early Christian Theology

Contenido del libro:

La tensión entre unidad y diversidad plaga cualquier intento de relatar el desarrollo del cristianismo primitivo.

Las explicaciones van desde la afirmación de la presencia de una unidad plenamente formada y aceptada al principio del cristianismo hasta la hipótesis que entiende la unidad ortodoxa como una imposición posterior de Roma al cristianismo. En La teología cristiana y sus instituciones en el Bajo Imperio Romano, Christoph Markschies trata de desentrañar el complejo problema de la unidad y la diversidad examinando detenidamente los escenarios institucionales del desarrollo de la teología cristiana.

En concreto, Markschies sostiene que la diversidad teológica está estrechamente ligada a la diversidad institucional. Markschies aclara el terreno señalando que los estudios anteriores no aprecian el papel fundamental que desempeñaron las diversas instituciones cristianas en la creación y el establecimiento de las ideas teológicas que más tarde llegaron a definirlas. A continuación examina tres formas distintas de vida institucional -las instituciones cristianas de enseñanza (superior), profecía y culto- y sus respectivas contribuciones al desarrollo del cristianismo.

A continuación, Markschies centra su atención en el desarrollo del canon del Nuevo Testamento, demostrando cómo las distintas instituciones desarrollaron sus respectivos "cánones", al tiempo que cuestiona las opiniones que atribuyen un papel decisivo a Atanasio, Marción o los gnósticos. Markschies concluye argumentando que el modelo complementario de la "identidad" y la "pluralidad" del cristianismo primitivo está mejor equipado para abordar la cuestión de la unidad y la diversidad que el modelo cultural protestante de Walter Bauer de "ortodoxia y herejía" o el modelo jesuita de la "inculturación" del cristianismo.