La suerte del sorteo

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 4 votos.

Título original:

Luck of The Draw

Contenido del libro:

Al repasar mi vida, es interesante darse cuenta de la suerte que he tenido a menudo. Crecí en la bahía de San Francisco, donde aprendí a amar el océano Pacífico y estudié en el Sequoia High School de Redwood City, un instituto que me preparó para ganar campeonatos nacionales y medallas en dos Olimpiadas.

La mudanza de nuestra familia a Montana nos llevó a disfrutar de la caza y la pesca con nuestro hermano Danny, y la Universidad de Montana nos llevó a Danny, a mi hermano Jerry y a mí a ser saltadores de humo para el Servicio Forestal de los Estados Unidos. Ese trabajo también preparó a Jerry para años de éxito con la CIA en Laos y Tailandia, trabajo que le valió tres medallas de honor de la CIA. El hermano Kent fue campeón estatal de Montana de tiro al plato y campeón estatal de lucha en el instituto.

Mis 4 años de servicio militar me enviaron a Corea, donde conocí el deporte del pentatlón moderno, y que también me envió a un año de estudios en un gran Instituto del Deporte en Estocolmo, Suecia.

A continuación cursé estudios de posgrado en las universidades de Oklahoma y Wisconsin, que también me llevaron a muchos años destacados de investigación en fisiología del ejercicio y en cómo ser un entrenador de carreras de éxito. Los años de entrenador me encontraron como entrenador de atletismo masculino y campo a través en la Universidad de Oklahoma City, entrenador nacional de atletismo en el país de Perú, y entrenador de atletismo femenino y campo a través en la Universidad de Texas.

Luego, 6 años de investigación con Nike, seguidos de 19 años entrenando a corredores en la Universidad Estatal de Nueva York en Cortland para conseguir numerosos títulos nacionales. También empecé a entrenar a corredores postuniversitarios, varios de los cuales compitieron en los Juegos Olímpicos, incluida una ganadora de la medalla de plata en maratón femenino. Sin embargo, todos estos logros quedan en un segundo plano después de mi matrimonio con Nancy Jo Scardina, que primero fue una gran corredora (se clasificó para las pruebas olímpicas en las pruebas totalmente distintas de 1.500 y maratón) y luego fue mi entrenadora asistente durante 25 años, durante los cuales también se convirtió en madre de nuestras dos maravillosas hijas, Audra Marie y Sarah Tupper.

Sarah es cantante de ópera en Nueva York y Audra trabaja con gran dedicación en la Universidad de Washington en Seattle. Nancy se ha convertido en enfermera titulada y está tan dedicada a esa profesión como lo estaba a su carrera como corredora. Siempre envidio a aquellos a los que ayuda.

Pocas personas han tenido la suerte que yo he tenido. Que Dios bendiga a Nancy Jo, Audra Marie y Sarah Tupper.