Puntuación:
El libro ofrece una crítica relevante del capitalismo industrial y promueve la idea de que la industria debe servir al bien público y no al beneficio privado. Aunque las ideas son poderosas y atemporales, el estilo de escritura puede ser enrevesado, y algunas ediciones pueden contener contenido adicional no relacionado.
Ventajas:⬤ Las ideas siguen siendo relevantes hoy en día
⬤ la crítica al capitalismo es importante y perspicaz
⬤ ofrece una perspectiva no marxista sobre la riqueza y la responsabilidad social
⬤ considerada una obra clásica dentro de la economía política.
⬤ La redacción puede ser técnica e incluir frases atropelladas
⬤ algunas ediciones pueden tener errores o estar entremezcladas con textos no relacionados, lo que las hace confusas
⬤ difíciles de leer debido a la extraña estructura de las frases.
(basado en 8 opiniones de lectores)
The Acquisitive Society
The Acquisitive Society fue escrito por R. H.
Tawney y publicado en 1920. En él, Tawney critica el individualismo egoísta de las sociedades industriales modernas. Sostiene que el capitalismo corrompe a través de la promoción del interés económico propio, lo que conduce a una producción sin rumbo en respuesta a la codicia y la insaciable codicia, y por lo tanto a perversiones del industrialismo.
Afirma además que, por extensión, el nacionalismo conduce a la perversión del imperialismo y a una estrategia de equilibrio de poder necesariamente fallida, que da lugar a guerras innecesarias. Es un lugar común que la virtud característica de los ingleses es su poder de actividad práctica sostenida, y su vicio característico una renuencia a probar la calidad de esa actividad por referencia a los principios. No se interesan por la teoría, dan por sentado lo fundamental y se interesan más por el estado de las carreteras que por su lugar en el mapa.
Y se podría argumentar que, en tiempos normales, esa combinación de mansedumbre intelectual y energía práctica es lo suficientemente útil como para explicar, si no justificar, la ecuanimidad con la que sus poseedores soportan las críticas de naciones mentalmente más aventureras. Es el estado de ánimo de quienes han hecho su trato con el destino y se contentan con aceptar lo que éste les ofrece sin reabrir el trato. Deja la mente libre para concentrarse sin perturbaciones en actividades rentables, porque no la distrae el gusto por especulaciones poco provechosas.
La mayoría de las generaciones, podría decirse, caminan por una senda que ni hacen, ni descubren, sino que aceptan; lo principal es que marchen. Las anteojeras que llevan los ingleses les permiten trotar con mayor firmeza por el camino trillado {2}, sin que les perturbe la curiosidad por conocer su destino.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)