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Poetry as Experience
La poesía como experiencia de Lacoue-Labarthe aborda la cuestión de un lenguaje lírico que no sea expresión de la subjetividad. En su análisis de la posición histórica de la poesía de Paul Celan, Lacoue-Labarthe define el sujeto como el principio que funda, organiza y asegura tanto la cognición como la acción, un principio que se convirtió, más violentamente durante el siglo XX, en una figura no sólo de dominación sino de exterminio de todo lo que no sea él mismo.
Este sujeto completamente universal, abstracto y finalmente suicida erradica toda experiencia, salvo la singularidad de esta experiencia de vaciamiento. Pero lo que queda, como insistía Paul Celan, es un resto sólo para la voz lírica: Singbarer Rest. Los detallados análisis de Lacoue-Labarthe de dos poemas decisivos de Celan, "Tubingen, Janner" y "Todtnauberg" -el primero una respuesta a Holderlin, el otro a Heidegger- y su lectura sostenida de "El meridiano" presentan el verso de Celan de la singularidad como el movimiento en y más allá de la frontera de la experiencia generalizable, es decir, como experiencia, travesía de un campo peligroso, en el que el lenguaje ya no domina nada, sino que conmemora el vaciamiento de los conceptos y el colapso de los poderes constitutivos del sujeto.
Para Lacoue-Labarthe, la poesía después de la Shoah, la poesía de la singularidad desnuda, ya no es una poesía que correspondería al concepto de sujeto -o, para el caso, al concepto de poesía-, sino que es más bien el lenguaje del decepto. Sólo desengañándose del lenguaje heroico de la poesía idealista, y de las tendencias mito-ontológicas de la filosofía, puede la poesía de Celan mantener abierta la posibilidad de otra historia, de otro futuro.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)