The Death of Sherlock Holmes
Los diarios anteriores de Arthur Conan Doyle hablan de la oscura vida real de Sherlock Holmes, un estudiante de medicina que abandonó los estudios. Durante su estancia en el laboratorio del Dr. Joseph Bell, un brillante cirujano de Edimburgo, Holmes aprendió anatomía, cirugía, observación y deducción. Estas habilidades y su capacidad para resolver crímenes le llevaron a ser reclutado por el servicio secreto británico. En este último de los tres diarios, Doyle relata una serie de asesinatos y la persecución de un siniestro asesino ruso desde Edimburgo hasta el valle de Yosemite, en California. Cuando el caso, en el que están implicados un millonario californiano y unas tenazas chinas, se vuelve desesperado, el servicio secreto británico envía a Sherlock Holmes. El caso acabó con su muerte, pero el gran detective sigue vivo en las novelas de Arthur Conan Doyle.
El doctor John Raffensperger, cirujano pediátrico jubilado, operó a bebés con defectos congénitos y a niños con cáncer durante casi cincuenta años y luego se dedicó a escribir historia y ficción médicas. Su interés por el Dr. Joseph Bell, cirujano de Edimburgo y modelo de Sherlock Holmes, le llevó a escribir esta trilogía.
Richard Krevolin, dramaturgo, librero y artista, le proporcionó la inspiración y la idea de utilizar diarios perdidos como vehículo para contar la historia.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)