Puntuación:
El libro ofrece una profunda exploración del culto cristiano primitivo, haciendo hincapié en la continuidad de la Eucaristía y la Misa desde la Iglesia primitiva hasta nuestros días. Se basa en gran medida en textos cristianos primitivos y escritos de los Padres de la Iglesia, mostrando sus creencias y prácticas en torno a la Eucaristía y la liturgia. En general, los lectores aprecian la documentación detallada y la claridad de la presentación, pero algunos consideran que le falta profundidad y amplitud en su análisis.
Ventajas:⬤ Ofrece un profundo conocimiento del culto cristiano primitivo y del desarrollo de la Misa.
⬤ Altamente documentado con fuentes primarias y citas de los primeros Padres de la Iglesia.
⬤ Atractivo estilo de escritura que da vida a la historia.
⬤ Valioso tanto para católicos como para protestantes interesados en los orígenes de la Eucaristía.
⬤ Muchos lectores lo encuentran esclarecedor y transformador para su fe.
⬤ Algunos lectores consideran que carece de profundidad académica y de un análisis exhaustivo.
⬤ El libro se centra principalmente en la Eucaristía, lo que puede no coincidir con las expectativas de todos los lectores de una visión global del culto cristiano primitivo.
⬤ Los críticos mencionan que puede resultar repetitivo o tedioso debido a su estructura, con textos individuales presentados en lugar de integrados de forma cohesiva.
(basado en 93 opiniones de lectores)
The Mass of the Early Christians
¿Qué creían los primeros cristianos sobre la Eucaristía? ¿Cómo seguían el mandato de Jesús: «Haced esto en memoria mía»? ¿Cómo celebraban el día del Señor? ¿Qué reconocerían en la Misa de hoy? Las respuestas pueden sorprenderle. En La Misa de los primeros cristianos, el respetado autor, erudito y presentador de televisión Mike Aquilina revela las creencias y prácticas eucarísticas más antiguas de la Iglesia.
A partir de las palabras de los propios cristianos primitivos, recogidas en numerosos documentos e inscripciones, Aquilina traza la historia de la Misa desde la vida de Jesús hasta el siglo IV. Que la Misa fue el centro de la vida de la Iglesia es evidente en las Escrituras, así como en los primeros sermones cristianos, cartas, obras de arte, lápidas y arquitectura. Incluso los paganos dieron testimonio de la Misa en los registros de sus persecuciones.
Estos legados de la Iglesia primitiva dan testimonio del mismo culto que los católicos conocen hoy: el altar, el sacerdote, el cáliz de vino, el pan, la Señal de la Cruz... el «Señor, ten piedad»...
el «Santo, santo, santo»... y la Comunión.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)