La libertad de expresión más allá de las palabras: El sorprendente alcance de la Primera Enmienda

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Título original:

Free Speech Beyond Words: The Surprising Reach of the First Amendment

Contenido del libro:

Un vistazo a la cobertura de la Primera Enmienda sobre la música, el arte no representativo y las tonterías.

El Tribunal Supremo ha declarado por unanimidad que los cuadros de Jackson Pollock, la música de Arnold Schenberg y el poema de Lewis Carroll "Jabberwocky" están "incuestionablemente protegidos" por la Primera Enmienda. El arte no representativo, la música instrumental y los disparates: todos reciben cobertura constitucional bajo una enmienda que protege "la libertad de expresión", aunque ninguno implique lo que normalmente consideramos expresión: el uso de palabras para transmitir un significado.

Desde el punto de vista jurídico, la conclusión del Tribunal es claramente correcta, pero sus premisas son turbias y plantean cuestiones difíciles sobre las posibilidades y limitaciones de la ley y la expresión. El arte no representativo, la música instrumental y el sinsentido no emplean el lenguaje en ningún sentido tradicional, y a veces ni siquiera implican la transmisión de ideas articulables. ¿Cómo, entonces, pueden tratarse como "expresión" a efectos constitucionales? ¿Qué sugiere la dificultad de esta cuestión para la legislación y la teoría de la Primera Enmienda? ¿Puede el Derecho resolver estas cuestiones sin recurrir a la estética, la ética y la filosofía?

Completo y convincente, este libro representa un esfuerzo sostenido para dar cuenta, constitucionalmente, de estos modos de "discurso". Aunque está firmemente centrado en los debates sobre las cuestiones de la Primera Enmienda, las aborda de una manera novedosa, utilizando un tema que es especialmente adecuado para la tarea, y cuya relevancia constitucional ha sido poco explorada. Basándose en la doctrina jurídica, la estética y la filosofía analítica existentes, tres célebres juristas nos muestran cómo y por qué el discurso más allá de las palabras debería ser fundamental para nuestra comprensión de la Primera Enmienda.