Puntuación:
El libro ofrece un examen detallado de la intersección entre la Inglaterra isabelina y el mundo islámico, mezclando historia, cultura y literatura para proporcionar nuevas perspectivas, especialmente relacionadas con las obras de Shakespeare. Muchos lectores lo consideraron esclarecedor, bien documentado y un complemento necesario a los relatos históricos que a menudo se pasan por alto en la enseñanza. Sin embargo, algunos criticaron el estilo de redacción y la estructura, señalando que a veces resultaba inconexo y demasiado largo.
Ventajas:⬤ Bien documentado
⬤ aporta nuevas perspectivas sobre la relación de la época isabelina con el mundo islámico
⬤ perspectivas reveladoras sobre Shakespeare
⬤ narrativa informativa y atractiva
⬤ aborda un aspecto olvidado de la historia
⬤ relevante para los debates contemporáneos.
⬤ Estilo de redacción incoherente
⬤ parece inconexo, como si contuviera dos libros separados
⬤ algunos capítulos se perciben como excesivamente largos o aburridos
⬤ no todo el mundo lo encontró atractivo
⬤ carece de una calidad de redacción sostenida.
(basado en 37 opiniones de lectores)
This Orient Isle - Elizabethan England and the Islamic World
En 1570, cuando quedó claro que nunca volvería al redil católico, Isabel I fue excomulgada por el Papa. Siguiendo el principio de que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo», esto marcó el comienzo de un extraordinario alineamiento inglés con las potencias musulmanas que luchaban contra la España católica en el Mediterráneo, y de unos intercambios culturales, económicos y políticos con el mundo islámico de una profundidad que no se volvió a experimentar hasta la Edad Moderna.
Inglaterra firmó tratados con la Puerta Otomana, recibió embajadores de los reyes de Marruecos y envió municiones a Marrakech. A finales de la década de 1580, cientos, quizá miles, de mercaderes, diplomáticos, marinos, artesanos y corsarios isabelinos ejercían su oficio desde Marruecos hasta Persia. Entre ellos se encontraban el ingenioso mercader Anthony Jenkinson, que conoció a Süleyman el Magnífico y al sha persa Tahmasp en la década de 1560, William Harborne, el mercader de Norfolk que se convirtió en el primer embajador inglés en la corte otomana en 1582, y el aventurero Sir Anthony Sherley, que pasó gran parte de 1600 en la corte del sha Abbas el Grande.
El año anterior, sorprendentemente, Isabel envió al herrero lancasteriano Thomas Dallam a la capital otomana para que tocara su órgano de relojería ante el sultán Mehmed. El conocimiento del islam que estos ingleses llevaron a casa se reflejó en muchas de las grandes producciones culturales de la época, entre las que destacan Tamburlaine, de Marlowe, y Tito Andrónico y El mercader de Venecia, de Shakespeare.
Al año siguiente de la expedición de Dallam, el embajador de Marruecos, Abd al-Wahid bin Mohammed al-Annuri, pasó seis meses en Londres con su séquito. Shakespeare escribió Otelo seis meses después.
Esta Isla de Oriente demuestra que las relaciones de Inglaterra con el mundo musulmán fueron mucho más extensas, y a menudo más amistosas, de lo que hemos apreciado, y que su influencia se dejó sentir en todo el panorama político, comercial y doméstico de la Inglaterra isabelina. Es una imagen sorprendentemente desconocida de una parte de nuestra historia nacional e internacional.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)