Die Familie Schroffenstein
¡Oh Rupert, sé templado! El hombre insolentemente insultado tiene la desventaja de que el hecho le roba la contemplación de la venganza, y que en su propio pecho un amigo del enemigo se levanta contra él, la rabia - Si un hilo te pone Silvestre, corres a tu herida de ciego dolor.
- ¿No podrías comprobar al menos antes, posponer aún la contienda. - No quiero atar el brazo de la venganza, sólo quiero guiarlo para que golpee con seguridad.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)