La democracia y el extranjero

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Título original:

Democracy and the Foreigner

Contenido del libro:

¿Qué debemos hacer con los extranjeros? ¿Debemos intentar que se parezcan más a nosotros o mantenerlos a raya para proteger nuestra democracia, nuestra cultura y nuestro bienestar? Este dilema subyace en antiguos debates sobre la inmigración, la ciudadanía y la identidad nacional que son sorprendentemente relevantes hoy en día. En Democracy and the Foreigner, Bonnie Honig invierte la pregunta: ¿Qué problemas podrían solucionarnos los extranjeros? El suyo no es un enfoque convencional. En lugar de alabar los logros individuales de los extranjeros, estudia una cuestión mucho más amplia: la política simbólica de la extranjería. Al hacerlo, muestra no sólo cómo nuestros debates sobre la extranjería contribuyen a apuntalar nuestras identidades nacionales o democráticas, sino cómo las propias ansiedades endémicas de la democracia liberal animan la ambivalencia hacia la extranjería.

En el centro de los argumentos de Honig se encuentran las historias protagonizadas por "fundadores extranjeros", en las que los orígenes o la revitalización de un pueblo dependen de la energía, la virtud, la perspicacia o la ley de un extranjero. Desde películas tan populares como El mago de Oz, Shane y Strictly Ballroom hasta las historias bíblicas de Moisés y Ruth, pasando por el mito de una América inmigrante, desde Rousseau hasta Freud, el extranjero se representa no sólo como una amenaza, sino como un complemento para las comunidades que periódicamente necesitan una renovación. ¿Por qué? ¿Por qué la gente cuenta historias en las que sus sociedades dependen de los extranjeros?

Una de las conclusiones más sorprendentes de Honig es que la apreciación del papel de los extranjeros en la (re)fundación de los pueblos no funciona ni únicamente como recurso cosmopolita ni como recurso nacionalista. Por ejemplo, en Estados Unidos, los nacionalistas ven un arquetipo de extranjero fundador -el inmigrante naturalizado- como reconfirmación del atractivo de los valores estadounidenses profundamente arraigados, mientras que para los cosmopolitas este inmigrante representa el carácter profundamente transnacional de la democracia estadounidense. Los estudiosos y estudiantes de teoría política, y todos aquellos preocupados por los dilemas a los que se enfrenta la democracia a la hora de dar cabida a la diferencia, encontrarán en este libro valiosas y estimulantes reflexiones.

-- "Elección".