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Las críticas de «La cámara miente: Acting for Hitchcock' destacan la perspicaz y atractiva exploración que hace Dan Callahan de la manipulación que Alfred Hitchcock hacía de los actores y sus interpretaciones. Mientras que muchos aprecian la perspectiva fresca y el valor de entretenimiento que el libro proporciona, algunos lectores sienten que se desvía de su prometido enfoque en la actuación, en lugar de ofrecer interpretaciones subjetivas y opiniones que pueden no alinearse con todas las expectativas.
Ventajas:⬤ Análisis perspicaz y humorístico de los actores en las películas de Hitchcock
⬤ cubre una amplia gama de temas y aspectos del estilo de Hitchcock
⬤ entretenido y atractivo, por lo que es adecuado tanto para lectores ocasionales como para cinéfilos
⬤ proporciona una perspectiva fresca sobre la naturaleza colaborativa de la actuación en la obra de Hitchcock.
⬤ Algunos lectores opinan que ofrece muy pocas ideas sobre el reparto y las técnicas de interpretación
⬤ puede ser demasiado tendencioso y especulativo en lugar de objetivo
⬤ no todos los lectores encuentran atractivo el estilo de escritura, y algunos lo describen como demasiado prolijo
⬤ podría no satisfacer las expectativas de aquellos que buscan un estudio centrado en los actores y las interpretaciones.
(basado en 10 opiniones de lectores)
The Camera Lies: Acting for Hitchcock
El primer libro sobre Hitchcock que se centra exclusivamente en su trabajo con actores.
Se dice que Alfred Hitchcock dijo una vez: "Los actores son ganado", una frase que ha perdurado en la conciencia pública desde entonces. Para Hitchcock, la interpretación era una cuestión de contraste y contrapunto, y valoraba más la sutileza y la discreción que la ostentación. Consideraba que la cámara era engañosa y pedía a los actores que miraran y actuaran a la inversa. En La cámara miente, el autor Dan Callahan destaca los muchos matices de la dirección de Hitchcock a lo largo de su carrera, desde Cary Grant en Notorious (1946) hasta Janet Leigh en Psicosis (1960). Profundizando aún más, examina las formas en que el sexo y la sexualidad se presentan a través de los personajes de Hitchcock, reflejando la compleja relación del propio director con la sexualidad.
Detallando la fluidez de la interpretación -tanto lo que significa actuar en una película como la forma en que el proceso varía en la carrera de cada actor- Callahan examina el espectro de tratamiento y dirección que Hitchcock proporcionó a actores conocidos y menos conocidos por igual, como Ingrid Bergman, Henry Kendall, Joan Barry, Robert Walker, Jessica Tandy, Kim Novak y Tippi Hedren. Como creía Hitchcock, el mejor actor era el que no sabía "hacer nada bien", pero tras una indiferencia externa hacia sus actores se escondía un sofisticado teórico de la interpretación que a menudo conseguía grandes interpretaciones. La cámara miente desentraña el legado de Hitchcock como director que enseñó continuamente al público a desconfiar de las apariencias y como hombre con una visión asombrosa de la capacidad humana para el engaño y la mala interpretación.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)