La burbuja de la primera enmienda: cómo la privacidad y los paparazzi amenazan la libertad de prensa

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Título original:

First Amendment Bubble: How Privacy and Paparazzi Threaten a Free Press

Contenido del libro:

Tradicionalmente, los tribunales estadounidenses se han negado a cuestionar a los periodistas profesionales a la hora de determinar qué noticias son aptas para la prensa. Pero en una época en la que los medios de noticias, entretenimiento y nuevos medios de comunicación están ampliando constantemente los límites del contenido aceptable, el consenso sobre las libertades de prensa se está erosionando. La burbuja de la Primera Enmienda examina cómo el desenfreno de los medios de comunicación está poniendo en peligro los privilegios constitucionales que los periodistas adquirieron en el siglo pasado.

Durante décadas, los jueces han afirmado en general que la privacidad individual pasa a un segundo plano frente al derecho del público a saber. Pero el crecimiento de Internet y las consiguientes presiones del mercado sobre el periodismo tradicional han hecho cada vez más difícil distinguir lo público de lo privado, las noticias de la excitación, los periodistas de los provocadores. ¿Tienen derecho a la protección de la Primera Enmienda un programa de televisión que delata a delincuentes o un sitio web que cuelga vídeos subidos de tono en función del interés periodístico? Los tribunales estadounidenses se inclinan cada vez más por la respuesta negativa, demostrando una nueva determinación a la hora de proteger a las personas del escrutinio invasivo de los medios de comunicación y de hacer valer su propio sentido de los límites adecuados de las noticias.

Esta reacción judicial se extiende ahora más allá de los proveedores de información y entretenimiento éticamente dudosos, a los periodistas convencionales, que están viendo restringida su capacidad para investigar la delincuencia y la corrupción. Sin embargo, muchos -sin tener en cuenta las exigencias judiciales de rendición de cuentas- siguen presionando para obtener privilegios constitucionales cada vez más amplios. Al hacerlo, advierte Amy Gajda, pueden estar creando una burbuja de la Primera Enmienda que se romperá en los tribunales, con consecuencias desastrosas para las noticias convencionales.