La Artillería Real en la Segunda Guerra Mundial

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Título original:

Royal Artillery in the Second World War

Contenido del libro:

En su último libro, Richard Doherty analiza el amplio papel de la Real Artillería (RA) durante la Segunda Guerra Mundial, examinando su estado de preparación en 1939, los muchos avances que se introdujeron durante la guerra, incluyendo la observación aérea y la artillería autopropulsada, el crecimiento del regimiento y su eficacia en sus muchas funciones.

Se ilustra con historias de las acciones de individuos, desde miembros de destacamentos de cañones hasta oficiales generales. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes consideraron que la Artillería Real era el brazo más profesional del ejército británico. Los artilleros británicos eran precisos, eficaces y eficientes, y proporcionaban un apoyo de fuego a sus colegas blindados y de infantería mejor que el de cualquier otro ejército. A menudo se afirma que la artillería británica alcanzó su máximo esplendor tras la batalla de El Alamein a finales de 1942.

En el bombardeo inicial de la Operación Lightfoot, la artillería en masa del Octavo Ejército martilleó las posiciones del Eje y dañó gravemente la capacidad de reacción de la artillería enemiga. Pero ésta no era la primera ocasión en la que el Octavo Ejército había concentrado su artillería: ya lo había hecho con 200 cañones a lo largo de la Línea del Alamein en julio, y su eficacia había sido reconocida desde hacía tiempo. De hecho, el poder de un tiro concentrado había sido demostrado por un regimiento de artilleros durante la campaña de Dunkerque de mayo de 1940. Sin embargo, la RA proporcionaba mucho más que apoyo al campo de batalla con artillería de campaña y media.

Los regimientos de artilleros tripulaban cañones antitanque en el frente y cañones antiaéreos ligeros en los regimientos divisionarios para defenderse de los ataques aéreos dentro y fuera del país. El RA también ayudó a proteger los convoyes que traían suministros esenciales a Gran Bretaña, y los artilleros AA tuvieron su mejor momento cuando destruyeron la mayoría de las bombas volantes V-1 lanzadas contra Gran Bretaña a partir de junio de 1944.