En las filas de la muerte: Los irlandeses en la Segunda Guerra Mundial

Opiniones de los lectores

El libro cubre las contribuciones de los hombres y mujeres irlandeses durante la Segunda Guerra Mundial, presentando detalles históricos bien investigados, aunque algunos lectores lo encontraron desorganizado y carente de un tema claro.

Bien documentado, detalles precisos, excelente publicación, producto y proceso de alta calidad.

Conjunto desorganizado de historias, percibido como aburrido, carece de un tema claro.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

In the Ranks of Death: The Irish in the Second World War

Contenido del libro:

Cuando estalló la guerra en 1939, más de 20.000 irlandeses servían en la Marina Real, el Ejército y la Real Fuerza Aérea, con la mayor proporción en el Ejército. Durante la guerra esta cifra se elevó a más de 120.000, lo que sugiere que unos 100.000 se alistaron durante la guerra.

Nueve de ellos fueron condecorados con la Cruz Victoria: tres miembros de la Royal Navy, entre ellos un piloto de la Fleet Air Arm, cuatro soldados, entre ellos un miembro de las fuerzas australianas, y dos pilotos de la RAF.

El autor examina los siete regimientos irlandeses en campañas por todo el mundo, a los soldados irlandeses de todo el Ejército, a los marinos irlandeses desde la Batalla del Río de la Plata hasta las acciones finales contra Japón, y a los aviadores irlandeses desde los primeros bombardeos de la guerra hasta los últimos días de la misma.

Se incluyen personalidades destacadas como los hermanos Chavasse, que obtuvieron tres DSO, tres DSC y dos MiD, Bala Bredin, Corran Purden, Brendan "Paddy" Finucane, Blair Mayne y Roy Farran, estos dos últimos oficiales del SAS altamente condecorados.

También hay generales irlandeses, como Paddy Warren, que murió mientras mandaba la 5ª División India en Birmania, y Frederick Loftus Tottenham, que mandaba la 81ª División (de África Occidental), por no mencionar a gigantes como Alexander, Auchinleck, Montgomery y McCreery.

Las mujeres irlandesas no caen en el olvido en el libro, en el que también se hace un breve repaso de los irlandeses en otras fuerzas aliadas, incluido un voluntario de lo más inusual para la Marina estadounidense cuya solicitud para servir tuvo que ser aprobada por el Presidente Roosevelt. Se trataba de William Patrick Hitler, sobrino del Führer alemán.