Puntuación:
Las reseñas del libro destacan su estilo ameno, su perspicaz análisis de la política estadounidense durante la Edad Dorada y las anécdotas humorísticas del autor. Sin embargo, algunos lectores lo consideran tendencioso y carente de una perspectiva equilibrada sobre el comportamiento electoral. Aunque el libro sirve como una buena introducción para quienes no están familiarizados con la época, puede que no satisfaga las expectativas de los lectores que buscan una narración directa. Es recomendable para los entusiastas de la política, pero puede suponer un reto para los lectores ocasionales.
Ventajas:Estilo de escritura ameno, análisis claro, anécdotas humorísticas, perspicaz sobre las estrategias de los partidos, buena introducción para los recién llegados.
Desventajas:Sesgado hacia los aspectos institucionales, carece de una perspectiva equilibrada sobre las motivaciones de los votantes, organización confusa, puede resultar repetitivo para los lectores entendidos, requiere esfuerzo para extraer ideas valiosas.
(basado en 3 opiniones de lectores)
Party Games: Getting, Keeping, and Using Power in Gilded Age Politics
Gran parte de la política estadounidense de finales del siglo XIX era un desfile y un espectáculo.
Los votantes abarrotaban las urnas y sus votos influían realmente en la política. En Party Games, Mark Wahlgren Summers cuenta la historia completa y admira gran parte del carnaval político, pero añade una nota de advertencia sobre los oscuros recovecos: compra de votos, amaño de elecciones, chanchullos, supresión de noticias y violencia.
Summers también señala que la política de mano dura y las impugnaciones de terceros partidos contribuyeron a que los partidos fueran más receptivos. La palabrería no sustituyó a la acción gubernamental. Para mantener el poder, los grandes partidos no sólo amañaron el sistema, sino que también dieron a los disidentes parte de lo que querían.
La persistencia de un sistema bipartidista, concluye Summers, fue el resultado de su adaptabilidad, así como de su crueldad. Incluso la reforma de los abusos políticos se amoldó a las necesidades de los verdaderos dueños del sistema político: los propios políticos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)