Imperio de costa a costa: El destino manifiesto y la frontera de Nuevo México

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Título original:

Coast-To-Coast Empire: Manifest Destiny and the New Mexico Borderlands

Contenido del libro:

Tras las expediciones de Zebulon Pike a principios del siglo XIX, los expansionistas estadounidenses centraron su mirada en el Suroeste. Exploradores, comerciantes, colonos, adjudicadores de fronteras, topógrafos ferroviarios y el ejército estadounidense cruzaron Nuevo México, transformándolo en un campo de batalla entre influencias rivales decididas a controlar la región.

Historias anteriores han tratado el comercio de Santa Fé, la ocupación estadounidense bajo el mando del coronel Stephen W. Kearny, las guerras indias anteriores a la época de la beligerancia, los debates sobre la esclavitud, el ferrocarril del Pacífico y la invasión confederada durante la Guerra Civil como acontecimientos independientes en Nuevo México. En Coast-to-Coast Empire, William S. Kiser demuestra en cambio que estos acontecimientos fueron partes interconectadas de un proceso mediante el cual Estados Unidos efectuó la transformación política, económica e ideológica de la región.

Nuevo México fue uno de los primeros campos de pruebas del Destino Manifiesto, la creencia de que la posesión de todo el continente norteamericano por parte de Estados Unidos era inevitable. Kiser demuestra que el compromiso militar del gobierno federal con el territorio se debía a su importancia para la expansión de Estados Unidos. Los estadounidenses querían California, pero para mantener su posesión y aprovechar todo su potencial económico y geopolítico, necesitaban Nuevo México como vía de conexión en su proyecto de construcción nacional. El uso de la fuerza armada para hacer realidad esta pretensión alteró fundamentalmente Nuevo México y el Suroeste. Los soldados entraron en el territorio al comienzo de la Guerra entre México y Estados Unidos y lo ocuparon de forma continuada hasta la década de 1890, dejando una huella indeleble en los sistemas sociales, culturales, políticos, judiciales y económicos de la región.

Al centrarse en las actividades de un ejército permanente en un entorno civil, Kiser remodela la historia del Suroeste, subrayando el papel de los militares no sólo en la obtención del territorio sino en su conservación.