Identidades anglicanas: Logos Idealism, Imperial Whiteness, Commonweal Ecumenism

Título original:

Anglican Identities: Logos Idealism, Imperial Whiteness, Commonweal Ecumenism

Contenido del libro:

La Comunión Anglicana se encuentra actualmente en un punto de inflexión al sopesar sus perspectivas de futuro a la luz de compromisos sociales, políticos, eclesiológicos y teológicos discordantes. En esta historia intelectual y política del anglicanismo, Gary Dorrien muestra que los retos actuales de la Comunión son el resultado de un choque secular de identidades anglicanas. Siguiendo la narrativa del anglicanismo desde sus orígenes antiguos y medievales a través de la Reforma inglesa y hasta el último cuarto del siglo XX, Dorrien argumenta que el cristianismo anglicano es a la vez un proyecto ecuménico, que reside en el punto intermedio entre el catolicismo romano y el protestantismo, un movimiento teológico informado por una marca de idealismo centrado en la fe encarnacional de la teología del Logos, y una empresa imperial cómplice de la enfermedad racista de la civilización occidental.

Las identidades anglicanas, un libro que lleva mucho tiempo en preparación, ofrece un relato exhaustivo, informativo y aleccionador de la historia del anglicanismo. Dorrien cubre las figuras clave, períodos, movimientos y preocupaciones teológicas de la historia de la Comunión, enmarcándolas en una interpretación del cristianismo anglicano informada por décadas en el aula y su singular lectura liberal-liberacionista y activista de la teología, la ética y la filosofía de la religión.

Dorrien sostiene que el anglicanismo ha sido más o menos ecuménico desde el principio, con una visión ecuménica radical de aspiración, y en sus liturgias y enseñanzas ha encarnado y promulgado un enfoque idealista de las reivindicaciones de la tradición teológica cristiana. Pero Dorrien insiste en que estas características de la historia anglicana están en profunda contradicción con el enredo del anglicanismo inglés con el colonialismo blanco. De hecho, según Dorrien, esta antinomia entre su identidad como religión ecuménicamente generosa del Logos encarnado y su implicación voluntaria en la supremacía blanca está en el corazón mismo del cristianismo anglicano.