Historia de la Gran Guerra. La Marina Mercante Volumen I

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Título original:

History of the Great War. the Merchant Navy Volume I

Contenido del libro:

Este es el primero de tres volúmenes que describen el papel desempeñado por la Marina Mercante durante la Gran Guerra, realizado bajo la dirección de la Sección Histórica del Comité de Defensa Imperial y basado en documentos oficiales. Abarca desde el estallido de la guerra hasta finales de la primavera de 1915, el hundimiento del Lusitania y la aparición del submarino oceánico.

Pero, como preludio a esa historia, el autor ofrece como telón de fondo un relato de la contribución de los marinos mercantes británicos en el pasado a la historia marítima del país, desde la época sajona hasta 1914. Por último, se analizan los hombres que navegaban en la flota mercante y las condiciones en las que servían, así como la evolución de las relaciones con la Royal Navy y la situación de la reserva naval. En el verano de 1914, la Marina Mercante estaba compuesta por unos 170.000 hombres de nacionalidad británica y unos 100.000 pescadores (¿cuántos pescadores quedan hoy en día? ).

La guerra en el mar en los primeros meses de la guerra se centró principalmente en los asaltantes de superficie alemanes y sus ataques a la navegación británica, utilizando cruceros mercantes armados como el Kronprinz Wilhelm y el Kaiser Wilhelm der Grosse, y también buques de guerra como el Emden, quizás el más famoso de todos ellos. Las minas y los submarinos pronto se convirtieron en una preocupación importante, y se describen con detalle las medidas adoptadas por el Almirantazgo y otros departamentos para proteger a la Marina Mercante.

Un aspecto muy interesante es el relato de la formación, organización y desarrollo de la Patrulla Auxiliar, una gran agrupación de pequeñas embarcaciones de diversos tipos: arrastreros, traineras, balleneros, yates de vapor, barcos de vapor a paletas, etc., y la gran labor que desempeñaron en el rastreo de minas y la lucha contra los submarinos. Al final de la guerra contaba con casi 4.000 buques y cerca de 50.000 oficiales y hombres. El Sr.

Hurd relata una buena historia, llena de incidentes, aunque inevitablemente se solapa en cierta medida con la historia naval oficial. A veces el lenguaje es emotivo, de modo que parece más una pieza de propaganda bélica que un registro objetivo y desapasionado de los acontecimientos: nuestros héroes contra un enemigo despiadado, por no decir cobarde, y todo ese tipo de cosas.