Hacia una metafísica ecuménica, volumen 2: Historia de la conciencia ecuménica cristiana

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Título original:

Towards an Ecumenical Metaphysics, Volume 2: A History of Christian Ecumenical Consciousness

Contenido del libro:

¿Existe alguna relación entre la crisis sistémica de la globalización y el actual "invierno" del movimiento ecuménico? A la inversa, ¿pueden las búsquedas radicales de sentido (a veces transformadas en movimientos fundamentalistas) constituir la base de una renovación espiritual, política e intelectual de las sociedades contemporáneas, si se entienden a través de una metafísica ecuménica?

En este segundo volumen de Hacia una metafísica ecuménica, Antoine Arjakovsky responde a estas preguntas con la ayuda de una narración histórica centrada en la historia de la conciencia cristiana. El paradigma de la "era ecuménica" imaginado por Eric Voegelin considera la conciencia humana como el lugar más apropiado para encontrar sentido a la historia del mundo. Voegelin subrayó especialmente el papel desempeñado por la fe cristiana para captar la conciencia humana de la finitud y orientarla hacia la humanidad divina. Esta concepción escatológica de la historia se ha extendido mucho más allá de su contexto puramente judeocristiano y concierne ahora a todos los pueblos del planeta.

El teólogo anglicano John Milbank ha demostrado que la historia de la conciencia cristiana tiene una importancia decisiva para comprender la crisis de la modernidad. Por su parte, el filósofo católico Charles Taylor ha sugerido posibles salidas a la crisis de la posmodernidad. Sin embargo, también es necesaria una tercera narrativa, más histórica, para mostrar cómo la conciencia occidental ha sido atormentada desde dentro por una búsqueda incesantemente desafiada de la verdad y la gloria, de la rectitud y la justicia. Esta narrativa habla de la emergencia de la conciencia ecuménica del mundo cristiano, marcada por la búsqueda escatológica del Reino de Dios en la tierra, por la voluntad de las iglesias de dejar su impronta en el mundo secular y por el encuentro entre grandes visiones del mundo y del planeta. Históricamente, está atravesada por una dinámica de tensiones y rupturas entre las diferentes representaciones de Dios y del Estado, de la Iglesia y de la sociedad, pero en nuestro tiempo puede hacerse fecunda recibiendo una visión que vaya más allá de esta historia y por una búsqueda de unidad y de santidad, de catolicidad y de apostolicidad.