Gran Bretaña 1940: El año decisivo en el frente interno

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Título original:

Britain 1940: The Decisive Year on the Home Front

Contenido del libro:

El día de Año Nuevo de 1940, los británicos recordaban los cuatro primeros meses de la Segunda Guerra Mundial con una especie de desconcierto. La vida en tiempos de guerra no se parecía en nada a lo que habían imaginado.

A diferencia de la Primera Guerra Mundial, no hubo combates en el frente occidental. De hecho, no había Frente Occidental. No hubo grandes ataques aéreos.

A los cuatro días de la guerra, los bombarderos alemanes se habían acercado a la costa este, pero no habían lanzado ninguna bomba.

Todo el mundo llevaba su máscara antigás, pero no había gas venenoso. La gasolina es el único producto racionado.

No había escasez de alimentos, que estaban tan disponibles como antes de que Hitler invadiera Polonia. Los jóvenes llamados a filas estaban en su mayoría ociosos. Desde luego, no luchaban contra los alemanes.

En enero de 1940, la vida en Gran Bretaña en tiempos de guerra era simplemente una versión incómoda de la vida en tiempos de paz. Incluso las normas sobre apagones, hasta entonces estrictamente aplicadas, se relajaron cuando se hizo evidente que, debido a ellas, la gente moría en accidentes de tráfico. En la víspera de Año Nuevo de 1940, Gran Bretaña estaba inmersa en plena guerra.

En septiembre, los alemanes habían lanzado lo que sería una campaña de bombardeos de ocho meses que tuvo como objetivo cada una de las principales ciudades británicas. A finales de 1940, los ataques aéreos alemanes habían matado a 15.000 civiles británicos.

La llamada Guerra Falsa había terminado en mayo, cuando Hitler atacó los Países Bajos. Después de Dunkerque, con la Luftwaffe al otro lado del Canal de la Mancha y con la amenaza real de una invasión, la Segunda Guerra Mundial era cualquier cosa menos una farsa.