Puntuación:
Las reseñas del libro de Chelsea Clinton, «Governing Global Health», son abrumadoramente negativas, y muchos lectores critican su calidad, profundidad y relevancia. Aunque algunos destacan su perspectiva única, la mayoría lo considera mal escrito, carente de sustancia y poco atractivo.
Ventajas:Algunos lectores aprecian la importante perspectiva sobre las mejoras de la sanidad mundial y la consideran útil en situaciones inesperadas, lo que indica una apreciación humorística o irónica. Unos pocos sugirieron que podría aportar ideas sobre las asociaciones público-privadas en el ámbito de la salud.
Desventajas:El libro recibe muchas críticas por estar mal escrito y carecer de profundidad, y muchos críticos afirman que no responde a preguntas importantes. Los lectores lo califican de aburrido e irrelevante, con una prosa complicada que no llega al público al que va dirigido. Se comenta que el libro es una pérdida de tiempo y se sugiere utilizarlo como tope de puerta o regalo de broma.
(basado en 88 opiniones de lectores)
Governing Global Health: Who Runs the World and Why?
En las últimas décadas se ha producido un aumento masivo del número de organizaciones internacionales dedicadas a la salud mundial. Las campañas para erradicar o frenar la propagación del SIDA, el SRAS, la malaria y el ébola dan fe de la creciente importancia de las organizaciones sanitarias de ámbito mundial. Estas organizaciones pueden ser nacionales, regionales, internacionales o incluso no estatales, como Medicins Sans Frontieres. Sin embargo, una de las tendencias recientes más importantes en la gobernanza sanitaria mundial ha sido el auge de las asociaciones público-privadas (APP), en las que organizaciones no gubernamentales privadas, empresas con ánimo de lucro y otros emprendedores sociales trabajan codo con codo con los gobiernos para combatir enfermedades específicas. Uno de los principales motores de este desarrollo es la creencia generalizada de que, al unirse, las APP atacarán los problemas sanitarios y financiarán los esfuerzos compartidos con mayor eficacia que otros sistemas.
Como muestran Chelsea Clinton y Devi Sridhar en Governing Global Health, estas asociaciones no sólo son importantes para combatir las enfermedades infecciosas.
También proporcionan modelos para desarrollar soluciones a una serie de otros graves retos sanitarios mundiales y cuestiones que van más allá de la salud. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre la responsabilidad y la eficacia de las APP en relación con las multilaterales tradicionales? Según Clinton y Sridhar, sabemos muy poco porque los expertos no han acumulado suficientes datos ni han desarrollado métodos eficaces para evaluarlas, hasta ahora. En su análisis, descubrieron tanto los puntos fuertes como los débiles del modelo. Partiendo de la teoría del agente-principal, en la que los gobiernos son los mandantes que dirigen a agentes internacionales de diverso tipo, analizan dos grandes asociaciones público-privadas -el Fondo Mundial de Lucha contra el VIH/SIDA, la Tuberculosis y la Malaria y la Alianza GAVI- y dos grandes organizaciones internacionales más tradicionales -la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial-.
Un análisis empírico imparcial y exhaustivo de uno de los temas más acuciantes de la actualidad mundial, Gobernar la salud mundialremodelará nuestra comprensión de cómo las organizaciones pueden prevenir con mayor eficacia la propagación de enfermedades transmisibles como el SIDA y reducir problemas de salud crónicos generalizados como la malnutrición.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)