Fe o frustración: Serie - Conoce al Mesías: Comentario de un hombre sencillo sobre Juan Parte 2, Capítulos 5-12

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Título original:

Faith or Frustration: Series - Meet Messiah: A Simple Man's Commentary on John Part 2, Chapters 5-12

Contenido del libro:

Comenzamos la segunda parte de esta serie de cuatro partes sobre el Evangelio de Juan titulada Conoced al Mesías. En la Parte 1, "He aquí al Hombre", vimos la presentación del Mesías tanto a la familia humana como a la nación de Israel. En la segunda parte, "Fe o frustración", nos uniremos a los discípulos de Jesús mientras siguen los pasos del Maestro desde el capítulo 5 hasta el capítulo 12. En este capítulo, la oposición a Jesús y a su ministerio se hace cada vez más patente.

Aquí comienza en serio la oposición a Jesús y a su ministerio. Hasta el capítulo 4 del evangelio de Juan, los dirigentes de Israel sentían curiosidad por saber quién era realmente este nuevo rabino. El ministerio de Juan el Bautista había captado la atención de la nación con su proclamación de que el reino de Dios estaba cerca y que la gente necesitaba arrepentirse de sus pecados en preparación de la venida del Mesías.

Al principio, los judíos se limitaron a descartar a Jesús como otro nuevo rabino del barrio. Pero su popularidad había crecido rápidamente, superando incluso la del Bautista. Las señales que hacía habían captado la atención de las masas y de los judíos. Cuando limpió el templo y expulsó a todos los vendedores, que eran la principal fuente de ingresos de los sacerdotes, se convirtió en tema habitual de conversación en el Gran Sanedrín.

Empezaremos a ver que la curiosidad de los judíos se convirtió en frustración, sus frustraciones en ira, y su ira en odio, hasta que finalmente se urdió un complot para matarlo. Esa era la única manera de detenerlo y salvar sus posiciones de poder y control sobre el pueblo.

Abróchate el cinturón. Se va a poner muy, muy movido. ¿Quién dijo alguna vez que ser cristiano y ser valiente en tu fe sería fácil? La verdad es que podría matarte, y la historia ha demostrado que muchos han muerto por su fe. Sigamos al Único por el que todos ellos han estado dispuestos a morir.