Expiación accesible: Discapacidad, teología y la cruz de Cristo

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Título original:

Accessible Atonement: Disability, Theology, and the Cross of Christ

Contenido del libro:

La expiación -donde Dios, en Jesucristo, se ocupa del pecado y de todo el predicamento humano- se encuentra en el corazón de la fe y la vida cristianas. Su poder salvador es para todas las personas y, sin embargo, una profunda vacilación ha impedido un debate significativo sobre la relevancia de la cruz para las personas con discapacidad. Hablar de discapacidad y del polifacético concepto de la expiación ha creado una tensión irresoluble, entre otras cosas porque el pecado y la discapacidad parecen estar a menudo asociados en el texto bíblico. Aunque la teología de la discapacidad ha hecho grandes progresos en el desarrollo de un marco teológico positivo para la discapacidad como parte integrante de la diversidad humana, hasta ahora no ha llegado a abordar este conjunto concreto de retos interpretativos que presenta la cruz.

En Expiación accesible, David McLachlan, reflexionando sobre su experiencia como pastor y teólogo, aborda los temas y objetivos de la teología de la discapacidad en estrecha conversación con las ideas tradicionales de la cruz como sacrificio, justicia y victoria de Jesús. De esta conversación surge un relato de la expiación como la participación más profunda y única de Dios en el riesgo moral y contingente de la creación, donde se aborda todo lo que nos aleja de Dios y de los demás. Esta expiación es inherentemente inclusiva de todas las personas y no se extiende a la discapacidad como un "caso especial". Este enfoque de la expiación abre espacio para abordar tanto la redención del pecado como las posibilidades de sanación espiritual y corporal.

Lo que McLachlan nos lleva a descubrir es que, cuando se revisa de este modo, la cruz -quizá sorprendentemente- se convierte en la piedra angular de la teología cristiana de la discapacidad y en el fundamento de muchos de sus argumentos. Lejos de excluir a quienes se encuentran física o mentalmente fuera de las "normas" asumidas, la muerte expiatoria de Cristo crea un espacio vital de inclusión y afirmación para esas personas dentro de la vida de la Iglesia.