Eurasia sin fronteras: El sueño de una comunidad literaria de izquierdas, 1919-1943

Título original:

Eurasia Without Borders: The Dream of a Leftist Literary Commons, 1919-1943

Contenido del libro:

Un correctivo largamente esperado a la controvertida idea de la literatura mundial, de la mano de una de las principales voces en este campo.

Katerina Clark traza los esfuerzos de los escritores de izquierda soviéticos, europeos y asiáticos de entreguerras por crear un procomún euroasiático: un espacio cultural único que superaría las diferencias nacionales, culturales y lingüísticas en nombre de una estética anticapitalista, antiimperialista y, más tarde, antifascista. En el centro de esta historia se encuentra la rama literaria de la Internacional Comunista, o Comintern, anclada en Moscú pero que llegaba a Bakú, Pekín, Londres y otros puntos intermedios. Su misión atrajo a diversas redes de escritores procedentes de Turquía, Irán, India y China, así como de la Unión Soviética y Europa. Entre 1919 y 1943, trataron de establecer una nueva literatura mundial que rivalizara con la república capitalista de las letras occidentales.

Eurasia sin fronteras revisa los relatos habituales sobre los movimientos literarios mundiales del siglo XX. El discurso eurocéntrico de la literatura mundial se centra en las interacciones transatlánticas, omitiendo en gran medida a la izquierda internacional y a sus miembros asiáticos. Mientras tanto, los estudios postcoloniales han pasado por alto el mundo socialista en favor del choque entre el imperialismo europeo occidental y la resistencia subalterna. Clark aporta las piezas que faltaban, iluminando una literatura distintiva que buscaba fusionar las tradiciones europeas y vernáculas asiáticas en nombre de una cultura postimperialista.

El internacionalismo literario socialista no estuvo exento de graves problemas, y en ocasiones sucumbió a una estética orientalista que rivalizaba con cualquiera procedente de Europa. Su historia está marcada tanto por la promesa como por la tragedia. Con lúcida honestidad, Clark traza los límites, compromisos y logros de una ambiciosa colaboración cultural cuyas resonancias en movimientos posteriores ya no pueden ignorarse.