Entretenimientos intelectuales: Ocho diálogos sobre la mente, la conciencia y el pensamiento

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Título original:

Intellectual Entertainments: Eight Dialogues on Mind, Consciousness and Thought

Contenido del libro:

Entretenimientos intelectuales" consta de ocho diálogos filosóficos, cada uno con cinco participantes, algunos vivos, otros imaginarios y otros muertos. Los diálogos tienen lugar en el Elíseo o en una sala común imaginaria de Oxford. Cada personaje histórico habla en su propio idioma y con un estilo propio. Los personajes imaginarios hablan con el acento y el lenguaje de sus respectivos países (inglés, escocés, americano, australiano).

Los temas de los diálogos son de interés perenne para cualquier persona culta con inclinaciones intelectuales. Dos diálogos se ocupan de la naturaleza de la mente y de la relación entre mente y cuerpo: si la mente es separable del cuerpo, si es idéntica al cerebro o si tales afirmaciones son confusas. Un segundo par de diálogos examina la naturaleza de la conciencia y de la experiencia consciente, y si la experiencia consciente se caracteriza por su "sensación" distintiva y por cómo es experimentarla. Investiga la desconcertante cuestión de para qué sirve la conciencia y si puede haber "zombis" que se comporten como nosotros, pero que carezcan de conciencia. Otro par de diálogos indagan en la naturaleza del pensamiento, la relación entre la capacidad de pensar y el dominio de una lengua, y la cuestión de en qué pensamos: palabras, imágenes u otra cosa. Uno de los diálogos aborda la eterna cuestión de la objetividad o subjetividad de cualidades perceptivas como el color y el sonido, y si un mundo sin mente tampoco tendría color. Un último diálogo consiste en una vehemente discusión sobre la "propiedad" del dolor: si dos personas pueden tener el mismo dolor o sólo dolores similares.

Los diálogos están escritos en un estilo coloquial. No presuponen ningún conocimiento filosófico previo, sino sólo curiosidad intelectual. Cada tema se expone desde distintos puntos de vista, presentados por un protagonista diferente, y los diversos puntos de vista se someten a crítica. Los intercambios son a veces divertidos, a veces apasionados y vehementes. Los distintos puntos de vista expuestos proceden a menudo de filósofos ilustres vivos o de grandes filósofos ya fallecidos, como queda patente en las referencias a las fuentes que figuran en las notas finales. El objetivo general de los diálogos es divertir y desmitificar el misterio académico. Las vacas sagradas de la filosofía académica actual son sacrificadas en el altar de la razón y los argumentos sólidos.