Encontrar América en el Éxodo

Título original:

Finding America in Exodus

Contenido del libro:

El encargo de Dios al pueblo judío en el Sinaí fue ser ""un reino de sacerdotes y una nación santa"". En ninguna parte se encuentra la libertad en esta exhortación, a pesar de que los judíos habían sido liberados de la esclavitud sólo siete semanas antes.

Esto se debe a que los judíos no fueron liberados simplemente para convertirse en un pueblo libre. Dios quería y esperaba que se convirtieran en una nación comprometida con la creación de una sociedad respetuosa con la ley. Desde esta perspectiva, la libertad es sólo una condición previa necesaria para lograrlo.

Los fundadores de Estados Unidos lo comprendieron y tejieron esta idea en el tejido básico de la democracia que estaban creando. Lo que durante siglos ha distinguido a Estados Unidos de otras naciones es su vinculación sinérgica entre la libertad y la ley, que, por supuesto, es algo que está en el corazón de la historia del Éxodo. El primero de los objetivos nacionales enumerados en el preámbulo de la Constitución estadounidense es ""formar una Unión más perfecta"", seguido de ""establecer la Justicia"".

Creemos sinceramente que Estados Unidos es y siempre ha sido un gran país. Sin embargo, la grandeza no equivale a la perfección, y la historia de Estados Unidos está marcada por episodios, entre los que destaca la esclavitud, que distan mucho de los objetivos declarados por los fundadores para su naciente nación. No alcanzar los objetivos, como han hecho los pueblos estadounidense y judío más veces de las que les gustaría recordar, no invalida sus aspiraciones nacionales.

Sólo significa que debemos estar preparados para evaluar honestamente las situaciones moralmente desafiantes cuando surjan y luego comprometernos de nuevo con nuestros objetivos, ya sea convertirnos en ""un reino de sacerdotes y una nación santa"" o crear ""una Unión más perfecta"". No perder nunca esto de vista es la verdadera lección perdurable del Éxodo.