She's the Prey, He's the Stalker
Atrapada en el ajetreo de la vida cotidiana, Cassie no es consciente de la ominosa presencia en las sombras. Perseguida como un animal, todos sus movimientos son rastreados. Sigue a Cassie mientras descubre que las cosas rara vez son lo que parecen y que nada está garantizado.
No sé cómo he acabado en este infierno maligno. Es oscuro, frío y aterrador. Temo por mi vida, que sólo quiero que vuelva a ser como era antes de que este monstruo entrara en ella. ¿Cómo puede pasar de estar perfectamente planeada al caos y la crueldad?
Mientras camina arrastrándome detrás de él por mi coleta, puedo sentir cómo mis uñas se hunden en parte del barro. Tirando, agarrando la hierba muerta mientras cada dedo deja su propio rastro. Quiero gritar, pero no me salen las palabras. Sé que nadie me oiría, de todos modos.
Cierro los ojos recordando una época mejor. Uno lleno de calidez, amor y risas. Nuestros padres rodeando nuestra mesa mientras disfrutamos de una comida familiar en un ambiente sano. Compartiendo buenas noticias unos con otros y bromeando sobre una cosa u otra. Así es como debe ser. No se supone que sea así. ¡¿Dónde me equivoqué?! ¿Qué pasó con mi estilo de vida?
Empecé a darme cuenta de pequeñas cosas a las que debería haber prestado más atención, pero siempre que se las mencionaba a Jeremy, él las ignoraba y decía que debía haberlas pasado por alto. Por ejemplo, que me faltaba la ropa. Me ha pasado demasiadas veces. Otro ejemplo son los perros ladrando y mirando hacia el bosque. Debería haberme dado cuenta de las banderas rojas y haberles exigido más atención.
Por supuesto, estaba ese beso. El que nunca debí dar. El que no quiero volver a recordar. Tal vez sea culpa mía. ¿Lo estaba engañando? ¡¿Quién hubiera pensado que un error podría terminar en una sentencia de por vida?! Supongo que la muerte es mi destino, y debería reconocer que es la consecuencia a mi acción. ¡No, no, qué estoy pensando! No quiero morir. Intento mover un poco las piernas, pero es inútil. Me siento rígido y pesado.
Le oigo meter la pala en la tierra y desenterrar la suciedad y el barro a grandes golpes. Su respiración es agitada mientras murmura lo que no puedo oírle. Vuelvo a cerrar los ojos y recuerdo tiempos mejores.
Vendo propiedades que considero sueños. Hago realidad los sueños de la gente encontrándoles casas en las que sean felices. Soy una mujer sencilla, de verdad. Una que se va a casar para luego formar una familia propia juntos. Soy feliz con mi futuro marido. Feliz con mi vida. O lo era.
Ahora estoy aquí tirada como carne muerta. Sin nadie que me proteja. No siento que pueda valerme por mí misma. Me acechó como una presa, encontró un momento para atacarme y luego me trajo aquí. Al oscuro, frío y aterrador bosque. Aún puedo oírle cavar. Intento mover las piernas de nuevo. Intento mover los brazos. Todavía no hay movimiento. La vida no puede ser peor que esto para mí. ¿O sí?
© Book1 Group - todos los derechos reservados.
El contenido de este sitio no se puede copiar o usar, ni en parte ni en su totalidad, sin el permiso escrito del propietario.
Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)