El Señor es mi Pastor

Opiniones de los lectores

El libro ha sido bien recibido por su mensaje positivo y su eficacia a la hora de compartir la fe cristiana, aunque algunos usuarios han tenido problemas con el tamaño de la letra.

⬤ Útil para difundir la verdad sobre el cristianismo
⬤ estupendo para compartir tanto con creyentes como con no creyentes
⬤ cómoda disponibilidad
⬤ buen mensaje.

Algunos esperaban una letra grande, pero no fue así.

(basado en 5 opiniones de lectores)

Título original:

The Lord Is My Shepherd

Contenido del libro:

El Señor es mi pastor; nada me falta.

En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.

El restaura mi alma; me guía por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Preparas una mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor para siempre.

(Salmo 23)

Las palabras del Salmo 23 han reconfortado a millones de personas en todo el mundo. Hablan del deseo del Señor de refrescar a su pueblo y de su fidelidad para guiarlo con seguridad a través de todas las pruebas de la vida -e incluso de la muerte- hasta su hogar celestial.

Jesucristo es el pastor tan bellamente descrito en este salmo. Él dijo: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas" (Juan 10,11). Jesús dio su vida por ti y por mí, para pagar por nuestros pecados.

La Biblia dice: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino, y el Señor cargó en Jesús la maldad de todos nosotros" (Isaías 53:6).

Jesús nos llama a Él, diciendo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28); y, "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).

Jesús murió por nosotros y resucitó, rompiendo para siempre el poder del pecado y de la muerte. Y ahora, sentado a la derecha del Padre, promete: "El que oye mi palabra y cree en el que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida" (Juan 5:24).

Si nunca has confiado en Jesucristo como tu Señor y Salvador, recíbelo hoy. Entonces las promesas del Salmo 23 serán suyas: "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y habitaré en la casa del Señor para siempre".