El reino de los caracteres - Una historia de lenguaje, obsesión y genialidad en la China moderna

Opiniones de los lectores

El libro explora la historia y la modernización de los sistemas de escritura chinos, detallando los retos y las innovaciones que han permitido adaptar la escritura china a la tecnología digital. Ofrece narraciones en profundidad de figuras clave e influencias políticas a lo largo de esta transformación, haciendo accesibles temas complejos. Sin embargo, se señala que el libro carece de suficientes ilustraciones y de un tratamiento más matizado de la historia política.

Fascinante y profunda historia de la escritura china y de los esfuerzos de modernización.

Accesibilidad del material complejo, que facilita su comprensión a los lectores.

(basado en 34 opiniones de lectores)

Título original:

Kingdom of Characters - A Tale of Language, Obsession, and Genius in Modern China

Contenido del libro:

Un fascinante relato, magistralmente investigado, de los audaces innovadores que adaptaron la lengua china al mundo moderno, transformando a China en una superpotencia en el proceso.

¿Qué hace falta para reinventar la lengua viva más antigua del mundo?

China es hoy una de las naciones más poderosas del mundo, pero hace apenas un siglo era un imperio en ruinas en el que la alfabetización estaba reservada a una élite reducida, que había quedado rezagada tras el avance de la tecnología occidental. En El reino de los caracteres, Jing Tsu demuestra que el mayor desafío al que se enfrentó China fue lingüístico: hacer accesible a un mundo globalizado y digital la formidable lengua china, un sistema de escritura de 2.200 años de antigüedad que resultaba desalentador tanto para los nativos como para los extranjeros.

El Reino de los Caracteres sigue a los audaces innovadores que adaptaron la escritura china -y el sistema de valores que representa- a los avances tecnológicos que darían forma al siglo XX y más allá, desde el telegrama a la máquina de escribir y el teléfono inteligente. Desde el reformador exiliado que se arriesgó a morir por defender el mandarín como lengua nacional hasta el ingeniero informático encarcelado que ideó códigos de entrada para los caracteres chinos en la tapa de una taza de té, generaciones de eruditos, misioneros, bibliotecarios, políticos, inventores, nacionalistas y revolucionarios por igual comprendieron la urgencia de su tarea y sus consecuencias para el mundo.

El Reino de los Caracteres ofrece una perspectiva asombrosamente original de una de las transformaciones más dramáticas del siglo XX.