El racismo, el sexismo y la idolatría de Darwin: Sus trágicas repercusiones sociales y científicas

Título original:

Darwin's Racism, Sexism, and Idolization: Their Tragic Societal and Scientific Repercussions

Contenido del libro:

Diogo, biólogo y antropólogo multipremiado, aborda una cuestión crítica para la comprensión de la ciencia, las creencias, la idolatría, el racismo y el sexismo sistémicos, y nuestras sociedades en general: ¿por qué Charles Darwin ha sido idolatrado de una manera tan singular, en particular por los eruditos occidentales masculinos? Diogo demuestra que muchos «hechos» evolutivos incluidos en las obras de Darwin sobre la evolución humana son narraciones inexactas basadas en prejuicios y estereotipos victorianos que contrastan y contradicen claramente las ideas mayoritariamente exactas, y a menudo brillantes, expuestas por Darwin sobre los organismos no humanos: Los europeos son superiores, las mujeres son menos inteligentes, la sociedad victoriana era la cúspide de la evolución, etcétera.

Sorprendentemente, fue la combinación de las brillantes ideas de Darwin, su uso de pegadizas metáforas simplistas y a menudo exageradas que fueron fácilmente absorbidas por el gran público, y su conservadurismo social e ideas sesgadas sobre las mujeres y los «salvajes» no europeos lo que condujo a su idolatría. Trágicamente, el hecho de que uno de los científicos más famosos e idolatrados de todos los tiempos presentara tales ideas sexistas y racistas como «hechos» proporcionó posteriormente munición fácil a otros eruditos, líderes populistas, misóginos, colonialistas y supremacistas blancos para defender «científicamente» las jerarquías sociales, el sexismo, el racismo, la discriminación, la opresión y la segregación.

Debido a la idolatría generalizada de Darwin entre los eruditos occidentales, pocos se han aventurado a discutir abiertamente estas repercusiones sociales y científicas más oscuras de la obra de Darwin, y los que lo hicieron a menudo protegieron a Darwin argumentando que «en aquel entonces» todo el mundo era racista y sexista. Diogo deconstruye este argumento de dos maneras. En primer lugar, demuestra que el problema no es que Darwin fuera, personalmente, racista y sexista, sino que incluyó en sus libros narraciones racistas y sexistas infundadas y erróneas como si fueran «hechos» científicos.

En segundo lugar, proporciona detalles apasionantes sobre obras y descripciones de viajes que también escribieron «en aquel entonces» destacados eruditos como Wallace y Humboldt y que alababan a los pueblos indígenas que repugnaban a Darwin, y criticaban las jerarquías sociales y el imperialismo occidental que Darwin alababa. El objetivo de este libro es, por tanto, debatir los escritos de Darwin, su contexto histórico, su exactitud científica y sus repercusiones de una forma más amplia y menos sesgada, sin tabúes, omisiones, idolatría ni demonización, porque si no reconocemos y subrayamos los sesgos, prejuicios, inexactitudes y abusos de nuestro pasado, y nos limitamos a seguir idealizándolo ciegamente, las generaciones venideras estarán condenadas a emprender o sufrir abusos sociales similares en el futuro.