El juicio de Biestia

Título original:

The Judgment Of Biestia

Contenido del libro:

Una mañana, dos años después de las misteriosas aventuras de Petey Myshkin Stephenson en "De otro modo", él y su mejor amigo Chace Fusillade, que se muestra muy escéptico sobre ese lugar "que tanto existe como no existe", son arrastrados al mar y secuestrados por piratas en un mundo que apenas ha cambiado en dos siglos y medio, y en el que no existen los EE.UU. porque las colonias originales perdieron la guerra contra los británicos. Allí los chicos descubren que han sido encerrados junto a una hermosa gata Chantilly y un bulldog, con los que pronto entablan amistad.

Tras una batalla naval con dos barcos enemigos, el barco naufraga y los chicos se convierten en náufragos con los dos animales.

Una tormenta arrastra a Petey y Chace a una isla en un lugar llamado Biestia gobernada por animales. La isla está gobernada por zorros, que aprisionan a los chicos. Rápidamente se corre la voz de que estos dos habitantes de la humanidad han sido capturados, y representantes de todos los animales de Biestia se reúnen en la isla para juzgar a los chicos por crímenes de lesa humanidad contra el reino animal.

Milagrosamente, el gato Chantilly y el bulldog aparecen en el juicio (habían sido arrastrados por la tormenta a otra parte de la isla) y defienden a los chicos ante el tribunal animal, que estalla en furia.

Los cuatro escapan y se ocultan en una cueva por la que tienen que excavar tras muchas desventuras para escapar. Tras trepar por una montaña en medio de la isla huyendo de sus perseguidores, descubren, anclados en un puerto de la isla, los dos barcos "enemigos" que habían hundido el barco pirata.

En realidad están tripulados por gatos y perros emparentados con sus amigos.

El Chantilly y el bulldog (Madame Tontine y Hamilcar de nombre) son los dos mejores amigos y miembros de las casas reales de sus respectivos reinos.

Habían sido secuestrados por los piratas hacía mucho tiempo y retenidos para pedir rescate. Las dos tripulaciones (una de ellas tripulada por la hija del Chantilly) se alegran de que su búsqueda haya terminado.

Se libra otra batalla naval cuando los dos barcos, descubiertos por las enfurecidas bestias de Biestia, intentan escapar. El barco de los perros se hunde en la batalla, y el de los gatos escapa mar adentro. Pero el bulldog consigue aferrarse a un trozo de naufragio y es rescatado más tarde.

Los cuatro compañeros regresan a la tierra de la que habían partido -geográficamente la misma, aunque tan diferente dadas sus distintas "historias"- en medio de un gran regocijo entre los perros y los gatos, y se produce un juramento de lealtad mutua entre Petey y Chace y los animales.

Al final, Petey y Chace redescubren el portal al mundo "real". Pero al volver, Chace casi se ahoga y olvida todo lo que acaba de ocurrir, y Petey se queda preguntándose, una vez más, si lo que acaba de vivir ha sido sólo un sueño.