El Espíritu Santo antes del cristianismo

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Título original:

The Holy Spirit Before Christianity

Contenido del libro:

Con su último libro, El Espíritu Santo ante el cristianismo, John R. Levison vuelve a cambiar el rostro y el fundamento de la creencia cristiana en el Espíritu Santo. Las categorías que los cristianos han utilizado, los límites que han creado, las afirmaciones de propiedad que han hecho... todo ello se evapora, ahora que Levison ha mirado de nuevo a las Escrituras.

En un estudio a la vez conmovedor y provocador, Levison lleva a los lectores quinientos años antes de Jesús, donde descubre la primera percepción histórica del Espíritu Santo como agente personal. El profeta Ageo y el autor de Isaías 56-66, en su búsqueda de formas de afrontar los trágicos acontecimientos del exilio y de articular la esperanza en el futuro, retomaron las antiguas tradiciones del éxodo sobre los agentes divinos -pilares de fuego, un ángel, la propia presencia de Dios- y las fusionaron con la creencia en el Espíritu de Dios. Puesto que fue el Espíritu de Dios quien sacó a Israel de Egipto y lo convirtió en una nación santa, ahora, aseguraban los profetas a sus oyentes, el Espíritu de Dios guiaría y renovaría a los que regresaban del exilio.

Tomando este punto de origen como guía, la pneumatología cristiana -la creencia en el Espíritu Santo- no trata tanto de una experiencia o doctrina exclusivamente cristiana como de la presencia de Dios en el gran esquema de la historia de Israel, en el que el cristianismo es heredero del antiguo Israel.

Esta explosiva observación rastrea la esencia de la pneumatología cristiana hasta el corazón de las Escrituras hebreas. Las implicaciones son feroces: la prioridad de la tradición israelita en la cabecera de la pneumatología significa que los cristianos ya no pueden aferrarse obstinadamente al Espíritu Santo como una creencia exclusivamente cristiana. Pero las implicaciones son también esperanzadoras, pues ofrecen a los cristianos una historia más rica, un vocabulario renovado, un camino compartido con el judaísmo y la promesa de una experiencia más amplia y auténtica del Espíritu Santo.