Puntuación:
El libro presenta una exploración perspicaz y original de las dimensiones sociopolíticas del dolor en la sociedad moderna, entrelazando el contexto histórico con cuestiones contemporáneas relativas a la gestión del dolor y la intersección con los medios de comunicación, la política y la atención sanitaria. Capta la complejidad del dolor como experiencia personal y como problema social, lo que lo hace atractivo para una gran variedad de lectores, incluidos defensores, profesionales médicos y personas afectadas por el dolor.
Ventajas:De lectura amena y amena, ofrece una visión original de los aspectos sociopolíticos del dolor. Proporciona una visión histórica exhaustiva y educa a los lectores en la compleja dinámica entre pacientes, médicos y el sistema sanitario. Muchos críticos consideraron el libro revelador y una valiosa contribución a la comprensión del tratamiento del dolor y sus implicaciones políticas.
Desventajas:El libro es muy detallado y puede resultar lento debido a su estructura, ya que está dividido en cinco grandes secciones. Algunos lectores opinaron que le faltaban estadísticas modernas y cifras concretas sobre el coste del tratamiento del dolor y el desvío de fármacos. Además, se pidió que se prestara más atención a las cuestiones de clase y discriminación en la atención al dolor.
(basado en 7 opiniones de lectores)
Pain: A Political History
Las personas con dolor crónico siempre han buscado alivio -y siempre han sido juzgadas-, pero ¿quién decide si alguien sufre realmente dolor? En esta historia de la cultura política estadounidense, Keith Wailoo examina cómo el dolor y el alivio compasivo definen una línea entre las tendencias liberales y las tendencias conservadoras de la sociedad. Siguiendo el desarrollo de las teorías sobre el dolor en la política, la medicina, el derecho y la sociedad, y las batallas sobre la moralidad y la economía del alivio, Wailoo señala una tensión en el corazón de la división entre conservadores y liberales.
Comenzando con la aparición de una economía del alivio del dolor después de la Segunda Guerra Mundial en respuesta a la preocupación por la recuperación de los soldados, Wailoo explora el auge en la década de 1960 de una norma liberal expansiva del dolor, junto con la convicción emergente de que el dolor subjetivo era real, incapacitante y compensable. Estos conceptos fueron atacados durante la era Reagan de la década de 1980, cuando una reacción política conservadora provocó la disminución de las ayudas por discapacidad y el creciente papel de los tribunales como árbitros en la politizada lucha por definir el dolor.
Wailoo señala cómo en la década de 1990 se abrieron nuevos frentes en la política del dolor en estados como Oregón y Michigan, donde los defensores de la muerte digna insistieron en que el dolor al final de la vida merecía un alivio completo. En la detención en 2006 del presentador conservador Rush Limbaugh, Wailoo encuentra una advertencia sobre la desregulación, que generó un mercado inmanejable de productos para el alivio del dolor, así como brechas entre los sobremedicados y los infratratados. Los debates actuales sobre quién sufre, quién siente el dolor ajeno y qué alivio se merece forman nuevos capítulos de la historia en curso del alivio liberal y el cuidado conservador.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)