The Decline in Anglo-Soviet Relations during the Second World War: The British Foreign Office, the Secret Intelligence Service and the Special Operati
Gran Bretaña se alió con Rusia y Francia durante la Primera Guerra Mundial, pero la Revolución de Octubre de 1917, la Guerra Civil rusa y la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1922 provocaron un declive de las relaciones diplomáticas. Aunque se permitió a la Unión Soviética abrir una embajada en Londres en 1924, la embajada británica en Moscú no se inauguró hasta 1929.
La depresión económica de la década de 1930 vino acompañada de desacuerdos políticos generalizados. La oposición de la izquierda a las políticas de la derecha desembocó en manifestaciones, huelgas y, en algunos casos, violencia. Los partidos políticos más conservadores veían al Partido Comunista como una amenaza.
Aunque en algunos países la afiliación a un partido comunista era ilegal, el gobierno conservador británico dio instrucciones a su Servicio Secreto de Inteligencia (SIS) para que recopilara información sobre su afiliación y sus actividades e identificara y desactivara potencialmente las amenazas.
La anexión de Austria y los Sudetes por parte de Adolf Hitler en 1938 llevó a José Stalin a ofrecer el traslado de fuerzas militares soviéticas a la frontera alemana para apoyar a Francia y Gran Bretaña. La oferta fue rechazada porque implicaba atravesar Polonia.
Temiendo un ataque ruso, Hitler ordenó a Joachim Ribbentrop, su Secretario de Asuntos Exteriores, que se reuniera con Vyacheslav Molotov, el Secretario de Asuntos Exteriores soviético, y negociara un acuerdo de paz de diez años con la Unión Soviética. Incluía un acuerdo secreto para repartirse Europa del Este. Tras invadir Noruega, los Países Bajos y Francia en junio de 1940, las fuerzas armadas alemanas fracasaron en su intento de invadir Gran Bretaña.
Winston Churchill ordenó la creación del Special Operations Executive (SOE), una organización de inteligencia subversiva con la misión de "incendiar Europa mediante el sabotaje". En junio de 1941 Hitler incumplió su acuerdo con la Unión Soviética y ordenó la Operación Barbarroja, la invasión de Rusia por el Eje. Esto provocó reuniones urgentes entre Gran Bretaña y la Unión Soviética que desembocaron en un acuerdo de alto secreto entre los dos países y en que sus servicios de inteligencia tuvieran que colaborar por primera vez.
El declive de las relaciones anglo-soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial", de Bernard O'Connor, es una historia documental que utiliza archivos previamente clasificados de los Archivos Nacionales Británicos y otras fuentes para investigar la colaboración entre el Ministerio de Asuntos Exteriores británico, el SIS y el SOE con el servicio de inteligencia soviético, el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD).
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)