El buen cartesiano: Louis de la Forge y el surgimiento de un paradigma filosófico

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Título original:

The Good Cartesian: Louis de la Forge and the Rise of a Philosophical Paradigm

Contenido del libro:

Steven Nadler presenta un estudio biográfico y filosófico de Louis de La Forge (1632-1666), médico que fue un importantísimo, pero durante mucho tiempo relativamente olvidado, seguidor de Descartes en el siglo XVII.

Sus sofisticadas aportaciones a la metafísica, la filosofía de la mente y la fisiología del cartesianismo en las décadas posteriores a la muerte de Descartes en 1650 contribuyeron decisivamente a convertir esa filosofía en el paradigma filosófico dominante de la época, que no sería suplantado por el newtonianismo hasta el siglo XVIII. La Forge comenzó su carrera cartesiana realizando ilustraciones en madera y un extenso comentario para la edición de 1664 del Traité de l'homme de Descartes, la primera publicación en lengua original de una parte del innovador tratado Le Monde que Descartes no publicó en vida.

En su comentario, La Forge es un discípulo devoto y fiel, pero no acrítico, que defiende, complementa, actualiza e incluso corrige el relato de Descartes sobre el cuerpo humano, que lo trata como una «máquina» que funciona según los principios de la filosofía mecánica. En 1666, La Forge publica su propio Traité de l'esprit de l'homme, un tratado sobre la mente humana. Explicar la mente y su unión con el cuerpo era algo que Descartes había planeado hacer desde hacía tiempo, pero que nunca había llevado a cabo de forma sistemática.

La aportación filosófica más innovadora e influyente de La Forge en el Traité -que va más allá de lo previsto por Descartes- es su versión limitada de la doctrina del ocasionalismo, que atribuye a Dios un papel causal activo y continuo en el mundo y reduce las sustancias naturales a ser «ocasiones» de la actividad eficaz de Dios. La Forge sentó así las bases de una evolución posterior del cartesianismo aún menos ortodoxa.